La presencia de los elementos en todo y a la vez en ninguna parte es uno de los conceptos teorizados por el urbanista francés Paul Virilio. La idea está contenida en su libro "La estética de la desaparición" publicado por primera vez en 1988 y 25 años más tarde vuelve a cobrar fuerza en Valdivia y en la obra de Loreto Carrasco. La estudiante de cuarto año de Licenciatura en Artes Visuales Uach presentó ayer su proyecto de título. La propuesta fue instalada en el Jardín Botánico y durante algunas horas permitió que los transeúntes se sometieran a la claustrofóbica experiencia de recorrer un túnel a oscuras. La propuesta denominada "Fragmentos constituyentes de la invisibilidad" fue estrenada a las 17 horas y consideró la habilitación de una tienda de campaña a modo de pasillo en declive de cuatro metros de largo con un alto que parte en dos metros y finaliza en 70 centímetros. Con ello, la artista obligó a que el recorrido finalizara gateando. A la incomodidad física del desplazamiento, también sumó la pérdida de la identidad al fusionar la figura del usuario, vestido con una capa roja, con el estampado interior de la estructura.
las razones
"La propuesta inicial es que todos somos invisibles. La globalización genera esa invisibilidad, además en la sociedad no todas las personas se conocen, ni tampoco tienen acceso a todos los conocimientos que quisieran", dice Carrasco, cuya propuesta estética tiene a la xerigrafía como disciplina base.
La joven artista estampó 50 metros de género rojo con figuras de personas mutiladas. "En ese ejercicio de estampar miles de formas, durante mucho rato, se practica la invisibilidad que en este caso está generada por el movimiento". Y parte de la misma tela es la que dejó disponible para crear una capa que debe usarse para vivir la experiencia de su propuesta desarrollada en el taller de gráfica y grabado con las profesoras Gabriela Guzmán y Marcela Hurtado.
El proyecto igualmente tiene su origen en experiencias personales de la autora. "En un momento me generó mucha angustia el no poder acceder a todos los conocimientos que quería, fue una pequeña crisis de querer mucho y no tener nada(...) la invisibilidad la practicaba trotando. Es en esa inercia del movimiento en que se pierde la conciencia del cuerpo y sólo avanzas con el pensamiento".