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Ejercitar el lenguaje en adultez

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La comunicación humana es un proceso vital en todas las etapas de la vida de un individuo, por lo que resulta fundamental que el adulto mayor entienda los cambios que le ocurren con el paso de los años. De hecho, una de las constantes preguntas es: ¿cómo poder fomentar el lenguaje en la adultez?

Para ello es fundamental ejercitar la fluidez verbal oral y escrita. Se ha comprobado que quienes poseen importantes habilidades de comunicación oral cuentan con un importante nivel de razonamiento, memoria y atención. Por ejemplo, el juego lingüístico es una estrategia que recoge todas las manipulaciones que a través del lenguaje se pueden hacer (como el uso de adivinanzas, trabalenguas, coplas, poesía, analogías, metáforas, sinónimos, antónimos), con el fin de ejercitar su componente fonológico, sintáctico, semántico y pragmático.

Asimismo se debe evitar el mutismo. El adulto mayor puede pasar de un momento de plena actividad a un silencio absoluto, lo que se tornará un factor de riesgo importante para su componente psicoafectivo. Por lo tanto, es importante contar con ambientes ricos y organizados de estímulos auditivos, como escuchar grata música, de tal manera que los mensajes sirvan como un retroalimentador permanente. Por lo tanto, en la etapa de la adultez existen estrategias necesarias para el mantenimiento de las habilidades propias de la interacción comunicativa que permitan potenciar el manejo de competencias orales, como participar activamente en un acto social; obtener y conservar el derecho a la palabra; y ejercer influencia sobre cualquier interlocutor o grupo de personas, entre otras.

En definitiva, para que un adulto mayor sea un comunicador competente debe cumplir con propósitos e intenciones comunicativas hacia otra persona, recibir retroalimentación y emitir información pertinente, veraz y con claridad, lo que, sin duda, le permitirá un mejor bienestar y una vejez activa y saludable.

Mónica del Carmen Contreras Santibáñez: una mujer dedicada al ajedrez

con vocación. En 2002 entró al Club de Ajedrez Valdivia, hecho que le ha permitido ganar premios regionales, nacionales e internacionales.
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Mónica del Carmen Contreras Santibáñez, nació el 10 de agosto de 1953 en la actual capital regional y desde 2002 se ha encargado de representar al Club de Ajedrez Valdivia en distintos campeonatos nacionales e internacionales.

Recuerda que una difícil prueba para ella fue en 1954 soportar la separación de sus padres, Luis Contreras y Elvira Santibáñez, quienes le inculcaron los hábitos de la lectura y la escritura, lo cual le permitió desarrollar habilidades en el área humanista, pasión que asegura "perdura hasta el día de hoy "

Declarada como "una amante de los libros", viajó en el año 1955 junto a su madre a Concepción, donde entró a estudiar en 1960 a la Escuela Hogar N°5, lugar en el que continuó desarrollando hábitos artísticos como la escritura de cuentos.

En 1974 decide volver a Valdivia, fecha en la que contrae matrimonio con Patricio Fontecilla, con quien aprendió lo que hoy día es su mayor pasión: el ajedrez.

Siendo madre de tres hijos: Iván, Marcela, y Pamela. Recuerda que nunca dejó de practicar y aprender a "mover las piezas". Cuando tenía 22 años, comenzó a jugar ajedrez y en 2002 ingresó al Club de Ajedrez de Valdivia, el cual había sido fundando el 16 de marzo de 1946.

Además de representar al club en distintos campeonatos regionales en distintas localidades como Lanco, Panguipulli, Pitrufquén y Puerto Montt, llegó a ser dirigente y tesorera de la agrupación obteniendo la acreditación para convertirse en fiscalizador de campeonatos. Hecho que le valió el reconocimiento de ella a nivel local y a su esposo, quien es el actual presidente del club.

¿Ha podido inculcarle este deporte a su familia?

Sólo a nuestra hija menor, Pamela, quién en 1992 logró convertirse en campeona comunal, provincial, regional, vice campeona nacional y vice campeona sudamericana de ajedrez. No fue una tarea fácil, sin embargo ella sola fue desarrollando una habilidad extraordinaria, que probablemente fue heredada de su padre.

¿Qué ha significado para su esposo estos logros?

Mi esposo siempre ha estado a cargo de distintas actividades del club. Además de ser profesor de enseñanza básica él fue presidente de la agrupación desde 2001 hasta 2010 y este año retomó el mandato. Hecho que acredita la relevancia que tiene para él este deporte que hoy muy pocas personas practican.

¿Dónde se reúnen para jugar?

Actualmente nos juntamos todos los viernes a las 19.30 horas en los salones del hotel Diego de Almagro ya que no tenemos ningún lugar propio para practicar. Antiguamente utilizábamos los comedores de la iglesia San Francisco, pero luego de que se quemarán no tenemos un recinto fijo. Por esa misma razón hemos ido a hablar a la municipalidad para que gestionen un espacio, lo cual aún no ha sucedido.

¿A pesar de practicar una vez a la semana igual han logrado ganar premios?

Si pues, obtuvimos la "Copa Internacional de Escuelas de Ajedrez", disputada en la ciudad argentina de Junín, en la provincia de Buenos Aires. En la competencia participaron jugadores de Argentina, Paraguay, Perú, Bolivia y Uruguay y pese a eso el club logró salir campeón, lo cual nos impulsa a continuar con esta tarea.

¿Qué mensaje les dejaría usted a los niños?

A lo jóvenes es necesario pedirles que continúen con esta labor es gratificante. Además de mejorar la concentración es un deporte que genera lazos, los cuales se transmiten de generación en generación, hecho que yo misma he comprobado.