Porque te hago saber Sancho, que la boca sin muelas es como molino sin piedra, y en mucho más se ha de estimar un diente que un diamante".
Esta sencilla y sabia afirmación, dicha por el ingenioso hidalgo Don Quijote de la Mancha, no deja de tener plena vigencia en la actualidad. Si bien es cierto, se ha avanzado en cuanto a cobertura Odontológica y prestaciones, la profesión odontológica continúa al debe en algunos aspectos, especialmente, en el acceso a la atención.
Una preciada aspiración del gremio por fin ha hecho eco, como lo es el ingreso de libre elección a Fonasa, de un cierto número de prestaciones odontológicas para un universo acotado. Se puede criticar que no es suficiente, pero esto no deja de tener significancia en cuanto al volumen de población que podrá acceder, en forma libre, a atención odontológica.
La salud bucal es un bien preciado, pero muchas veces desestimado. Generalmente, una de las razones que se esgrimen está el alto costo de la atención, y la nula cobertura de la atención por parte de Isapres y Fonasa.
Igualmente, la poca educación en cuanto a salud oral, tampoco contribuye a controlar el problema, persistiendo en Chile cifras alarmantes, como el 98% de la prevalencia de caries en la población.
Se tiende a creer que los dentistas cobran cifras elevadas, pero no se considera el costo de examinar un paciente. Para realizar un sencillo examen de rutina, el profesional requiere de un equipamiento determinado, un espacio físico que cumpla con las normas que dicta la autoridad sanitaria, personal auxiliar capacitado y certificado; además de los insumos que se utilizan y no son reciclables o esterilizables, como son los guantes, mascarilla, vaso y otros elementos.
También se debe considerar que en Chile por años la atención odontológica ha sido eminentemente privada y de excelencia, y la educación en Odontología también, pero no exenta de un costo económico importante, tanto para los estudiantes como para las universidades que tienen que invertir para poder tener sus campos de práctica clínica de pregrado.
Es por esto, que cuando se nos pregunta el por qué es tan caro ir al dentista, deberíamos preguntarnos también: ¿Está dispuesto a invertir para recuperar su salud?