Secciones

Cambios en twitter: saca a la "ballena del error" y eleva control a publicidad

E-mail Compartir

En horas "peak" y cuando Twitter no podía soportar la gran cantidad de visitas o "tuits", la red social arrojaba el dibujo de una ballena levantada por pájaros en cuyo encabezado se leía: "Twitter is overcapacity".

Pero esa famosa ilustración llegó a su fin, o al menos así lo anunció Christopher Fry, vicepresidente de ingeniería de Twitter, quien aseguró a la revista de tecnología "Wired" que la sacaron de producción hace unos meses.

"La ballena del error es algo del pasado. De hecho, este verano la sacamos de producción. Así que si vas a Twitter, siempre habrá problemas, ningún servicio es perfecto. Pero ahora se verán robots en vez de la ballena", aseguró.

"La ballena ya no está en el servidor de Twitter. Sí, tuvo una larga historia y muchos usuarios se sentían muy conectados a ella, pero al final, esto representa un momento de Twitter que no creo que volvamos a vivir, ni que vamos a necesitar", añadió Fry.

La desaparición de la ballena se sumó esta semana a la implementación por parte de la red social de una herramienta que busca proteger a los menores de edad de ciertos contenidos publicitarios, entre ellos el avisaje de bebidas alcohólicas, que suele tener un fuerte control en otras plataformas más tradicionales.

Para llevar a cabo esto, Twitter presentó una tecnología capaz de filtrar ciertos contenidos de acuerdo con la edad de sus usuarios, sin mayores problemas y que se encuentra disponible para su plataforma web y para sus aplicaciones de iOS y Android.

Desde ahora, cada vez que un usuario marque "seguir" marcas como Bud Light, Jim Beam, Knob Creek, Heineken y Bacardi, recibirá un mensaje directo que preguntará por su edad, que deberá superar los 18 o 21 años para ver el contenido, y que dependerá según la legislación del país en el que esté.

Paralelamente, se espera que este tipo de información pueda resultar en un mayor desarrollo de avisaje personalizado en el futuro, ya que si bien Twitter ha asegurado que no compartirá esta información públicamente, el dato sobre la edad de los usuarios podría llegar a parar a las bases de datos de otras compañías.

Las modificaciones en la red social

Estudio sobre autoimagen: la gente tiende a sobrestimar sus habilidades

Estudio. Sicólogos encontraron que entre menos talentosa es una persona, más propensa está a sobrevalorar sus capacidades.
E-mail Compartir

Un grupo de sicólogos estadounidenses mostró que los humanos son propensos a juzgar erróneamente sus habilidades, desde el sentido del humor hasta su ortografía.

Los expertos, pertenecientes a la Universidad Cornell (EE.UU.), encontraron que entre menos habilidades tiene una persona, más tiende ésta a sobrestimar sus capacidades.

Los académicos explicaron que este hecho podría explicar por qué algunas personas incompetentes son tan fastidiosas.

Según consignó la BBC en su sitio web, los investigadores Justin Kruger y David Dunning, de la Universidad Cornell de Nueva York, intentaron dilucidar en 1999 si las personas que carecen de talentos o habilidades para algo son también más propensas a no estar conscientes de su falta de habilidad.

En la primera parte de su informe, los sicólogos citaron como ejemplo a un ladrón de bancos de Pittsburgh llamado McArthur Wheeler, quien fue arrestado en 1995 después de asaltar dos bancos a plena luz del día y sin usar una máscara u otro disfraz.

Cuando la policía le mostró la grabación de la cámara de seguridad, Wheeler protestó y dijo: "¡Pero si me puse jugo!". El desafortunado delincuente creía que untándose jugo de limón en la cara se podría hacer invisible a las cámaras.

A Kruger y Dunning les interesó también examinar otra situación. Los investigadores le pidieron a humoristas profesionales que evaluaran 30 chistes según su comicidad. Después se le pidió a 65 estudiantes universitarios que también calificaran los chistes, y luego los ordenaron según el nivel de coincidencia que tuvieron con la clasificación que hicieron los profesionales. Se les preguntó, además, qué tan bien pensaban que lo habían hecho en comparación con el promedio de las personas. Como era de esperar, la mayoría de las personas pensó que su habilidad para detectar lo que era divertido se encontraba por encima del promedio. Sin embargo, los resultados fueron más interesantes cuando fueron divididos según el desempeño de los participantes. Quienes estuvieron levemente sobre el promedio en su habilidad para calificar chistes fueron altamente precisos en su autoevaluación, mientras que aquellos que realmente lo hicieron bien tendieron a pensar que estaban sólo ligeramente por encima del promedio.

Los participantes que fueron capaces de juzgar lo que era chistoso (al menos según los comediantes profesionales) también tuvieron menos capacidad de evaluar con precisión su habilidad.

Este hallazgo no sólo ocurrió al intentar medir el sentido subjetivo del humor. Los investigadores repitieron el experimento, pero esta vez con pruebas de razonamiento lógico y gramática.

Estas disciplinas tienen respuestas definidas, y en cada caso los académicos encontraron la misma tendencia: aquellas personas que se desempeñaron peor fueron también las peores al evaluar sus aptitudes. En los tres estudios, aquellos cuyo desempeño los ubicó en el rango más bajo, sobrestimaron de manera importante sus habilidades y consideraron estar por encima del promedio.

En un estudio posterior, la mayoría de los participantes incompetentes seguía siendo incapaz de darse cuenta que estaban bajo el promedio, incluso cuando se les daba pistas sobre el desempeño de los otros.

En un test final, que resultó ser clave, Kruger y Dunning entrenaron en tareas de razonamiento lógico a un grupo de personas con pocas habilidades. Esto mejoró la autoevaluación de los participantes, sugiriendo que los niveles de habilidad realmente influyeron en la conciencia sobre sí mismos.

Otra investigación mostró que estas situaciones son frecuentes de vivir en la vida real y no sólo en pruebas de laboratorio. Por ejemplo, los cazadores que saben poco sobre sus armas de fuego también tienen las percepciones más erróneas respecto de sus conocimientos sobre armas, y los médicos que tienen las peores habilidades para conocer o entrevistar a sus pacientes son los menos capaces de reconocer su incompetencia.

Alimentos que "roban" inteligencia

La Universidad de Montreal realizó un estudio donde definió los alimentos que dañan el cerebro y sus funciones. Los productos son diez y entre ellos se encuentran los alimentos procesados o precocinados (que afectan el funcionamiento cognitivo y el comportamiento), los edulcorantes artificiales (que pueden interferir en la actividad cognitiva) y los cereales procesados (que pueden causar un gran impacto en la pérdida de memoria y el envejecimiento del cuerpo).