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De Coldplay a Tchaikovsky: las obras que suenan fuerte en el 20° Campamento Musical

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Daniel Navarrete Alvear

La canción vendió 5.2 millones de copias tras su lanzamiento hace cinco años. Ganó un Grammy en la categoría Canción del Año el 2009; y se transformó en uno de los himnos en la carrera de Coldplay como single del cuarto álbum de la banda. Estas son las principales cartas de presentación de "Viva la vida", tema de 4 minutos de duración que popularizó el grupo liderado por Chris Martin y que ahora está en manos de los niños y jóvenes del 20° Campamento Musical Marqués de Mancera.

"Viva la vida" es parte del repertorio elegido por la directora Dayana Olmos y sonará en los conciertos de cierre de la próxima semana. "Es algo más lúdico y entretenido que sirve para enseñar las cosas propias de la interpretación de música selecta(...) si bien no son piezas complejas se logra trabajar cosas básicas como las escalas musicales que muchos no manejan", dice Olmos. Y agrega: "La base de todo es que aprendan a escuchar y en el caso de los violines, que mejoren la técnica de arco con este tipo de ejercicios y obras".

Además de "Viva la vida", la directora escogió "Vivir mi vida" del salsero Marc Anthony. El tema fue estrenado el año pasado y el video clip en Youtube suma cerca de 50.000.000 de reproducciones, lo que confirma la popularidad de la apuesta. "Mis alumnos me pidieron hacer algo diferente, algo más movido y distinto a los repertorios de música selecta(...) es una canción bastante popular y el arreglo fue hecho para darle más melodía a la cuerdas". Y además, para alegrar la clausura del Campamento ya que el montaje definitivo de la canción sería con los músicos bailando en escena.

El repertorio de música selecta tampoco es una opción para Christian Reyes. Al igual que en años anteriores donde escogió piezas de filmes como James Bond y "El señor de los anillos", el director apuesta nuevamente por lo no tan tradicional. En los dos conciertos finales del Campamento moverá la batuta en "Rock around the clock", popularizado por Bill Haley en la década de 1950; y "Zorba el griego" del compositor Mikis Theodorakis (con arreglos de Steven Verhaert). "Hay ciertos repertorios que no tocan las sinfónicas y que permiten explorar, como en este caso, la veta rockera de los músicos(...) una de las intenciones detrás de estas elecciones es que los niños conozcan un poco la historia de la música", dice Reyes. El director también aclara que ser obras populares, no las transforma necesariamente en piezas fáciles de tocar. "Estamos hablando de otra forma de tocar, con respuestas rítmicas diferentes a las tradicionales y de temas a los que los jóvenes están más habituados(...) implica un nivel diferente de concentración y va más allá de simplemente hacer un concierto. La clave es demostrarle al público que la orquesta puede hacer otro tipo de música".

Bajo la dirección de Nicolás Matamala, los músicos infantiles interpretarán "Fandango y Alborada" de Nikolai Rimski-Korsakov. La obra es una adaptación para niños con tonalidades aptas para el nivel técnico de los músicos en formación; y que sirve para reforzar metas como el trabajo en equipo.

Por último, Abel Mansilla rescatará el vals "La bella durmiente" de Pyotr Ilyich Tchaikovsky. La referencia popular está en el filme animado del mismo nombre de Disney. "Es una obra casi a la medida para el nivel que tenemos este año y sirve para cumplir con finalidades pedagógicas. El desafío de cada Campamento es buscar obras que no tengan un nivel ni muy alto, ni muy bajo, ya que debemos cumplir con las expectativas de los músicos", explica Mansilla.