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John Griffiths apuesta por la reivindicación de los músicos

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Poco menos de una semana permaneció en Valdivia el músicos australiano John Griffiths, quien fue invitado a conocer el Conservatorio de Música Uach y a tocar en el programa de conciertos del 20° Campamento Marqués de Mancera. El interprete e investigador de música antigua instrumental española y europea se presentó en el Centro Cultural El Austral y en el gimnasio de Niebla con el programa "La vihuela íntima" y además realizó clases a los alumnos del Conservatorio.

Su presencia sirvió para conocer las claves de instrumentos como la vihuela y el laud; y para reforzar metas como la reivindicación de los músicos. "Nunca he tocado un concierto sin que se me acerque una persona para preguntar por lo que ha escuchado. Los músicos abrimos puertas a otras realidades y siempre se necesitan pioneros que lo hagan (...) lo que pasa en Chile, al igual que en otros países, es que no se considera a la música como parte esencial de la vida. Y eso queda muy claro cuando a los niños se les pregunta por sus opciones profesionales, donde el arte parece no tener cabida como una alternativa simplemente por un tema económico. Por ello, creo que hay que reivindicar la labor de los músicos".

Para Griffiths también es fundamental que en la academia, la música tenga mayores vínculos con otras áreas no necesariamente del arte. "No tener música, es como no tener pan. Nos moriríamos, además que es una de las manifestaciones humanas más importantes

Griffiths instruyó en Australia a Wladimir Carrasco (director del Conservatorio de Música Uach) y en su relación con Valdivia también cuenta la adquisición de una guitarra barroca elaborada por el luthier Nicanor Oporto.

Pianistas muestran su talento en Niebla

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La Asociación Latinoamericana de Profesores de Piano (Alapp) se sumó este año al 20° Campamento Musical Marqués de Mancera con la segunda versión de un taller de piano. Además, son parte del programa de conciertos con la presencia en Valdivia de músicos que han obtenido premios en concursos de la región y a nivel nacional. Se trata de Catalina Arteaga, ganadora del primer concurso para niños de la zona sur austral (realizado en octubre en Valdivia); y Valeria Chacón, ganadora del concurso nacional Piano Joven (realizado en noviembre en Santiago). Ambas pianistas obtuvieron como premio una invitación al Campamento, donde mostrará sus habilidades en compañía de las orquestas.

Catalina Arteaga estudia en el Conservatorio de Música de la Universidad Austral de Chile. El año pasado probó suerte en el certamen Piano Joven y obtuvo una mención honrosa en la categoría para pianistas de hasta 14 años. Asimismo, Valeria Chacón tiene estudios formales en las aulas del Programa Vespertino en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile y en el Conservatorio de Música de la Pontificia Universidad Católica. El año pasado realizó su primer concierto en Club de la Unión en Macul, comuna en la que volverá a tocar el 19 de enero junto con el maestro Roberto Bravo. Pero antes se presentará en vivo en el gimnasio municipal de Niebla con el "Concierto para Piano y Orquesta en Re Mayor de Franz Joseph Haydn. La presentación es a las 20 horas de hoy y la orquesta será dirigida por Giuliano Zolezzi.

Percusionitas ganan espacios en el Campamento Musical

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Daniel Navarrete Alvear

Qué movimientos hay que hacer para conseguir mejores resultados musicales. Esta es una de las preguntas que Gonzalo Ortiz ha intentado responder durante las clases en el 20° Campamento Marqués de Mancera. El músico se integró por cuarto año al grupo de profesores que trabaja en Niebla y es responsable del desempeño de cuatro jóvenes en formación. Junto con preparar los repertorios que mostrarán en los conciertos de cierre, el grupo también ha trabajado con obras escritas por Ortíz para mejorar las habilidades de sus alumnos en el Campamento.

"El primer paso fue evaluar todos lo esencial de los aspectos técnicos y establecer un criterio común para iniciar el trabajo de repertorio y música de cámara, siempre con el reforzamiento de aspectos propios de la percusión", dice el músico. Y agrega: "La claves es mejorar la técnica y en base a eso ver, por ejemplo, cuales son los movimientos que se deben hacer para obtener mejores sonidos".

Además de oboe, fagot, tuba y saxo; la percusión es una de las disciplinas con menos inscritos en el Campamento. No obstante, el beneficio es la garantía de realizar un trabajo personalizado y sobre el cual hay mayor supervisión. "Tengo a dos alumnos de Valdivia que los conocí hace cuatro años y han demostrado tener grandes avances y se transformaron en un tremendo aporte. Están en un nivel bastante bueno", explica Ortíz, para quien es fundamental que los niños y jóvenes pasen por este tipo de experiencias para fortalecer sus habilidades y eventualmente seguir como músicos profesionales.

"Es un orgullo volver al Campamento, encontrarme con los niños y ver que siguen progresando(...) son personas que tienen hambre de conocimiento, lo que nos permite hacer, cada año, repertorios más exigentes y con los que podemos probar lenguajes propios de la percusión. Todo esto es una gran experiencia personal", concluye.

El área de percusión es de seguro la que menos problemas de logística y desempeño presenta en el 20° Campamento. "Tal vez la única complejidad es la gran cantidad de música que hay que hacer, aunque de todas formas los niños son súper hábiles y responden positivamente cuando les presentas una hoja de ruta clara de trabajo", dice Ortíz, quien actualmente trabaja en La Granja y Arica, entre otras comunas.