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Músicos llegan a la meta y valoran aportes del 20° Campamento

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Daniel Navarrete Alvear

Acostarse tarde y levantarse temprano. Durante los once días que duró el 20° Campamento Marqués de Mancera Javiera Ponce debió cumplir con un estricto programa de entrenamiento musical, donde una de las dificultades fue sobreponerse a las pocas horas de sueño. Ponce toca flauta traversa, tiene 15 años y participó por segundo año en la experiencia de capacitación que cada enero organiza el Conservatorio de Música Uach. Y llegó a la meta con resultados positivos: "El ambiente es acogedor y los profesores son muy buenos(...) acá aproveché de trabajar temas como mejorar mi velocidad para tocar. Lo único incómodo fueron los horarios", explica. Ella es de La Serena y uno de los casi 300 niños y jóvenes provenientes de 52 comunas que optaron por pasar los primeros días del año en la costa estudiando música. El proceso fue exhaustivo y anoche se mostraron los resultados en un concierto en el gimnasio municipal de Niebla.

La jornada partió con los últimos ensayos, como prueba de fuego para comprobar el funcionamiento de los repertorios escogidos . Este fue el caso del director Christian Reyes, quien trabajó en base a los arreglos de Alex Herrera para el tema "Rock around the clock" de Bill Haley. La novedad fue incorporar 11 solos de instrumentos como bajo, batería y guitarra eléctrica, además de la voz en vivo de Pilar Rosales. "Tuvimos muy poco tiempo para trabajar, pero creo que todo funcionó bien. En general cuando los músicos estudian solos las partes, puede que no se vea tan complicado, sin embargo cuando montamos todo es cuando se ve lo que realmente es complejo", dice Reyes, quien anoche compartió escenario con otros cinco directores.

Consolidación del perfil internacional y la incorporación de nuevas experiencias, son para Pablo Matamala dos de los objetivos cumplidos por el 20° Campamento. El director de la jornada destaca la dinámica que se generó, por ejemplo, con la incorporación de músicos nuevos como el violinista francés Dorian Lamotte como profesor. "Reforzamos mucho la actividad académica y además, nos sorprendieron con la sensibilidad social y los aportes que hicieron en ese sentido como ejemplo para los músicos que están en pleno proceso de formación", dice Matamala. Y agrega: "El Campamento es una actividad fundamental para los músicos y la ciudad por ser una contribución a la formación de audiencias, además permite que los participantes sientan el apoyo necesario para seguir por el camino que escogieron con sus instrumentos".

El flautista Facundo Quence fue estudiante del Campamento el 2007, 2008 y 2009. Y tras dos años fuera de Chile, regresó para hacer clases. "Es reconfortante ver como al final del proceso nos damos cuenta que fue posible conseguir las metas propuestas(...) lo fundamental de todo es el traspaso de las experiencias y de estar a disposición de todos quienes quieren aprender cosas nuevas, o simplemente preguntar sobre cómo seguir adelante". Actualmente Quence estudia en los conservatorios Boulogne Billancourt y D'argenteuil de París y en Valdivia se integró al equipo de trabajo junto a Florangel Mesko y Jorge Valdebenito en el entrenamiento de quienes tocan flauta traversa.

"Asumir como profesor no implicó tener más presión, creo que fue una posición para reforzar la vocación de los niños y jóvenes(...) en Chile aún pensamos que la única vía efectiva es que los músicos sean integrantes de una orquesta, cuando la verdad es que existen muchos otros caminos y muchas cosas diferentes que se pueden hacer para vivir de la música", dice Quence.

El 20° Campamento Musical Marqués de Mancera comenzó el 5 de enero. El Ensamble de Vientos que dirige Cristián Muñoz fue el encargado de amenizar la inauguración. Desde ese día y hasta hoy, los niños y jóvenes tuvieron clases por instrumento en la Escuela Juan Bosch y en modalidad de orquesta, en el Gimnasio Municipal de Niebla. Todo el proceso fue guiado por músicos profesionales como James Rapport (contrabajo), Héctor Escobar (violoncello), Dayana Olmos (violín), Carlos Boltes (viola), Álvaro Céspedes (clarinete y saxofón) y Gonzalo Ortíz (percusión), entre otros convocados para la actividad.

La instrucción fue en la costa y también en Valdivia, en los salones del Centro Cultural El Austral con el taller de canto de Tamara López Seidl; y en el Conservatorio de Música Uach con los talleres de piano, dirigidos por profesionales de Alapp; y de guitarra, con Álvaro Madariaga como uno de los responsables. Paralelamente en Valdivia se realizaron conciertos gratuitos, en los que participaron algunos músicos del Campamento, además de las orquestas infantiles de Coronel y Santa Lucía. A través de todas las actividades es posible ver el crecimiento del Campamento. Al menos así lo cree Pablo Matamala. El músico explica: "Hace dos décadas partimos con solo cinco días de actividades, tiempo que hemos duplicado por la necesidad de trabajar la parte técnica y de entregar las herramientas fundamentales a nivel musical y humano a quienes llegan cada año".

El Campamento Musical Marqués de Mancera es financiado por el Gobierno Regional, a través del Fondo Nacional de Desarrollo Regional; y cuenta con el respaldo de Junaeb y la Municipalidad de Valdivia.