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El primer ministro de Ucrania dimite para buscar salida a la crisis

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Ayer, el primer ministro ucraniano Mykola (o Nikolai) Azarov, presentó su renuncia y el Parlamento anuló una ley antiprotestas que había desatado violentos choques entre manifestantes y la policía.

Las dos medidas son concesiones significativas a los manifestantes que han ocupado la plaza central de la capital por dos meses y chocado esporádicamente con la policía en los últimos 10 días. Pero persisten asuntos claves sin resolver en la crisis política de Ucrania, incluyendo la exigencia opositora de que renuncie el presidente Viktor Yanukovich y se realicen elecciones. Las protestas pacíficas contra la decisión de Yanukovich de abandonar planes para firmar un acuerdo de asociación con la Unión Europea y optar en lugar de ello por un préstamo de rescate de Rusia se tornaron violentas luego que el presidente aprobase nuevas leyes para reprimir las manifestaciones y elevar las sentencias de prisión por crear desórdenes.

Las leyes, entre otras cosas, prohibían que las personas usasen cascos y máscaras antigás, algo que muchos manifestantes hacían por temor a que la policía antimotines tratase de disolver violentamente las concentraciones. Arseniy Yatsenyuk, un legislador que es una de las principales figuras de la oposición, elogió la decisión del parlamento. "Hemos repelido todas las leyes contra las que se alzó el país", dijo.

La votación del Parlamento ayer se produjo apenas horas después de que el primer ministro, uno de los más cuestionados por la oposición ucraniania, presentó su renuncia.

Azarov ofreció su renuncia para alentar lo que calificó de "acuerdo sociopolítico".

El presidente aceptó su renuncia, pero le pidió que siga en funciones hasta la formación del nuevo gobierno.

En ese sentido, el mandatario tendría que aceptar la renuncia de Azarov, pero como una mera formalidad. Yanukovych ofreció la semana pasada el cargo a Yatsenyuk, quien declinó la oferta el lunes.

Además, Yanukovych dice que una amnistía a decenas de manifestantes arrestados en las manifestaciones sólo se implementaría si abandonan las calles y salen de los edificios del gobierno que han ocupado.

El presidente ruso, Vladimir Putin, aseguró ayer en Bruselas que no tiene intención de cancelar los créditos concedidos en diciembre a Ucrania por 15.000 millones de dólares, incluso en el caso de un cambio político en la ex república soviética, dadas las fuertes protestas que azotan al país hace meses. "No daremos marcha atrás", dijo Putin cuando le preguntaron si los créditos están vinculados a un gobierno del presidente Viktor Yanukovich, después de reunirse con altos dirigentes de la Unión Europea en una cumbre bilateral en Bruselas.