Un multitudinario adiós brindó ayer la comunidad de Paillaco a María Inés Delgado Oyarzún, la inspectora del liceo de esa comuna y de la escuela de Reumén, fallecida trágicamente en el accidente de la Cuesta El Cero ocurrido el jueves.

La iglesia Nuestra Señora de Lourdes, frente a la Plaza de la República, se repletó para asistir a la misa que ofició el sacerdote Nelson Huaquimil, quien en sus oraciones pidió a Dios por el eterno descanso de las almas de Gino Curumilla y Marianela Muñoz, las otras dos víctimas fatales del accidente y cuyos funerales se efectúan hoy en Valdivia.

Asimismo, el religioso oró por quienes resultaron heridos en la tragedia y aún se recuperan en el Hospital Regional y la Clínica Alemana (los dos ocupantes del camión).

En sentidas palabras, el párroco local señaló que "si bien María Inés perdió la vida en la llamada ruta de la muerte, a partir de este hecho el lugar para ella se transformó también en la ruta de la resurrección, porque sin duda sigue viva, ahora, siendo conducida hasta el Señor, por los ángeles y santos".

En total más de una hora duró la misa, mientras en la plaza otra multitud esperó para sumarse luego al funeral hasta el cementerio paillaquino.

En el responso final, antes deretirar el féretro de la iglesia, algunos familiares y amigos cercanos a María Inés Delgado, elogiaron su paso por esta vida en la que derrochó amistad, optimismo y honestidad.

"Ella tuvo una de las misiones a veces más incomprendida que es trabajar con niños en escuelas y liceos. Hoy (ayer) la iglesia está repleta, porque ella en vida sembró eso, amistad y ahora está cosechando. Esperemos que esa semilla, también germine en los niños a los que contribuyó a educar para que sigan su ejemplo de vida", dijo una de sus colegas.