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Despidieron a las dos víctimas valdivianas de accidente carretero

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Al igual que ocurrió el sábado en Paillaco con el último adiós ofrecido por la comunidad local a la educadora María Inés Delgado, ayer fue el turno de los funerales de las otras dos víctimas del accidente carretero registrado el jueves en la Cuesta El Cero.

La primera ceremonia de despedida fue la de la joven Marianela Muñoz (26), quien tras ser velada en la iglesia Alianza Cristiana y Misionera fue enterrada en el Cementerio Municipal Nº2 desde las 11.30 horas.

En la ocasión, tanto familiares como amigos de la víctima recordaron las cualidades de la mujer las que, a su juicio, permitirán que su recuero siga presente en sus vidas.

El primero en hablar fue su familiar Roberto Vega, quien sostuvo que "Nela siempre quiso tener una vida muy intensa y trabajadora. Durante meses recolectó arándanos en Pelchuquín para costear su carrera de ingeniería en alimentos y ser la primera en la familia en poder ir a la universidad. A pesar de tener el apoyo de sus padres Luis y Marcela, siempre se esforzó, hecho que le valió tener grandes amistades y a su pequeña hija Emilia, a quien acompañará por siempre desde lo alto, donde descansa al lado del Señor".

Finalmente, el diácono Roberto Vera, de la iglesia Alianza Cristiana y Misionera de Valdivia, señaló que "Marianela ahora podrá descansar en paz ya que está en compañía de Jesucristo, quien es vida y resurrección para todos".

Ayer también se realizó el funeral del estudiante de enfermería de la Universidad Santo Tomás, Ginno Curumilla, quien también perdió la vida en el accidente ocurrido en la Cuesta El Cero.

En la ocasión su madre, Patricia Molina, sostuvo que "mi hijo nació el 12 de octubre de 1992, era el mayor de cinco hermanos y desde pequeño se caracterizó por ser un hijo de bien que ayudaba a todos sus cercanos y siempre tuvo una muy buena voluntad".

Finalmente su padre, Wenceslao, indicó que "a pesar de que éste es un golpe irremediable, siempre estaré tranquilo porque sé que mi hijo durante toda su vida abrazó la fe del evangelio de Dios y que ahora su espíritu se encuentra descansando a su lado".

Marianela Muñoz era la hermana mayor de Leonardo Muñoz y Tiare Melo. Residía hace un mes en Paillaco y tenía una hija de dos años llamada Emilia. Sus padres son Luis Muñoz y Marcela Perez. La enseñanza básica la curso en la Escuela Teniente Merino y luego realizó la enseñanza media en el Liceo Santa María La Blanca. En tanto, Ginno Curumilla era el mayor de cinco hermanos. Su vida estuvo dedicada al coro de la Iglesia Corporación Iglesia del Señor del Evangelio Universal y sus padres son Patricia Molina y Wenceslao Curumilla.