Cinco modestas familias de Paillaco viven desde hace tiempo el drama de que sus viviendas se puedan desplomar en cualquier momento, a causa de plagas de termitas que silenciosamente han venido debilitando la madera.
Una de las más afectadas con esta situación es Breolinda del Carmen Ojeda Salvo, de 59 años, viuda, quien vive con una nieta en la calle Carlos Acharán. Su casa se mueve entera y cruje cuando alguien transita en su interior.
El piso, las paredes, tanto internas como externas, están visiblemente carcomidas por el efecto de las termitas, al punto que al presionar una tabla con el dedo, ésta se hunde y deja el inmediatemente un hoyo.
La situación ha sido constatada en terreno por el médico y concejal de la comuna, doctor Miguel Angel Carrasco, quien lidera la preocupación del Concejo Municipal, con algunos informes sociales que respaldan el grave problema.
"Conocemos oficialmente de estos cinco casos, pero al parecer habría más en nuestra comuna, razón por la cual como Concejo y junto al concejal Orlando Castro, estamos proponiendo soluciones rápidas para estas familias en materia de viviendas, podría se a través de subsidios o casas usadas, porque si las sorprende el invierno en ellas, lo pasarán muy mal, ya que el trabajo de las termitas avanza rápido y hace mucho daño, de forma inexorable", dijo la autoridad, quien conoció directamente el caso tras atender al esposo de Breolinda Ojeda, quien falleció el año pasado a causa de un cáncer.
La angustiada mujer explicó que ha debido cubrir con planchas de zinc su casa, por dentro y por fuera, porque la lluvia y el viento ya comenzaron a hacer estragos, "a lo que se suma que ya casi no podemos caminar en el interior porque tememos hundirnos en el piso", concluyó.