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Alemanes que vuelan en un ultraliviano llegan a Valdivia

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Dos ciudadanos alemanes que aman las aventuras de largo aliento aterrizaron el domingo en el aeródromo Las Marías de Valdivia, procedentes de Pucón.

Andreas Zmuda (51 años de edad) y su pareja Doreen Kroeber (41) están realizando un proyecto de viaje a bordo de una avioneta ultraligera, que considera visitar 80 países en América del Norte, Central y del Sur, Europa, África, el sur de Asia y Oceanía.

La travesía comenzó el 21 de julio de 2012, cuando emprendieron el vuelo desde Zephryllis (Florida, Estados Unidos), "y volamos casi hasta la frontera de Canadá, y cruzamos todo Estados Unidos para luego ir a México, Guatemala, Belice, Honduras, Nicaragua, Costa Rica, Panamá, Colombia, Ecuador, Perú y ahorita estamos aquí", contó Zmuda.

El itinerario de estos errabundos del aire contempla arribar a Sydney, en Australia, el 21 de julio (o agosto) de 2016, habiendo recorrido más de 100 mil millas alrededor del mundo.

El piloto alemán señaló que "la idea era volar desde Pucón hasta Río Bueno sobre las montañas, pero hubo un viento muy fuerte que vino desde Argentina y eso era muy peligroso para la estabilidad de nuestra nave. Regresamos y vimos esta pista (Las Marías) en el mapa y aterrizamos aquí".

Respecto de cómo ha sido su breve estadía en Valdivia, Zmuda indicó que hasta ahora (ayer) no habían sobrevolado la ciudad, y que él y su pareja están acampando en los prados del recinto aeronáutico. "Aquí tenemos todo, es un lujo. Disponemos de electricidad, agua, internet y hasta una piscina. El entorno es muy tranquilo, lo que es muy importante para nosotros. No hay ningún sonido en la noche, sólo pájaros por la mañana y la tarde. La ciudad está muy cerca. Estamos muy contentos. Permaneceremos aquí tres o cuatro días para escribir más en el libro", expresó.

Andreas Zmuda y Doreen Kroeber no poseen un lugar fijo para habitar. Cada sitio que visitan se convierte en su residencia temporal, y como renunciaron ambos a sus empleos, requieren efectuar diversas actividades para recaudar el dinero que les permita vivir y costear su viaje.

"Escribimos cada año un libro, solamente en alemán, y hacemos cada año también una película, que está en español, inglés y alemán. Y una vez al año regresamos a Alemania, por espacio de un mes, y hacemos exposiciones fotográficas y audiovisuales donde se paga la entrada. Así conseguimos el dinero para viajar un año más", refirió el aventurero.

Además, concibieron una ingeniosa forma de proveerse el sustento. A cambio de 30 dólares, cualquiera persona puede estampar un recuerdo en las alas de la avioneta.

Con algo de melancolía, Andreas Zmuda reconoció que "vendimos todo lo que teníamos en la vida, para comprar lo que aquí tenemos", mientras mostraba su nave.

Ochenta mil dólares (unos 44 millones 253 mil pesos chilenos) fue el precio que pagó la pareja de aventureros en 2012 a una compañía francesa por la adquisición del aparato.

Salvo por las alas, la nave semeja una bicicleta con accesorios de vuelo, por lo cual se le llama "trike" (que es un término coloquial inglés para una motocicleta). "Viajar con el trike es volar como un ave, completamente libre. No tiene cabina y volamos a 100 kilómetros por hora en el aire. Esto es lento para una avioneta, pero para nosotros es suficiente", admitió el aeronauta alemán.