Secciones

La locomotora 620, patrimonio histórico de Chile

E-mail Compartir

La locomotora número 620, tipo 57, fue construida en 1913 por la Sociedad de Maestranzas y Galvanización, según planos originales de la firma North British Locomotive Company (Inglaterra). Antes de ser trasladada a Valdivia, formó parte de la dotación conservada en la casa de máquinas de la Empresa de Ferrocarriles del Estado en Temuco.

El 1° de diciembre de 1989, se firmó el decreto supremo número 582, en virtud del cual se declaró en calidad de monumento histórico la referida casa de máquinas junto con las locomotoras 578, 532, 429, 620, 714, 729, 718, 803, 858, 848, 820, 844, 869 y 841. Posteriormente, el 20 de julio de 1998 se promulgó el decreto exento número 769, que rectificó la información contenida en el decreto 582. En dicha norma, se corrigió el año de fabricación de la locomotora 620, que fue armada verdaderamente en 1913.

El peso total de la máquina en servicio es de 83,210 toneladas, y fue destinada en principio de labores de carga. Con posterioridad, se la empleó para llevar pasajeros.

Tren "El Valdiviano" volvió a recorrer el antiguo ramal ferroviario a Antilhue

E-mail Compartir

Pablo Quintana Villanueva

Con pocos minutos de retraso, por causa de una mujer que insistía en comprar boletos para ella y su familia, habiéndose agotado, partió ayer el tren "El Valdiviano" desde el recinto de la estación de ferrocarriles de Valdivia. Ésta fue la primera salida de 2014, luego de un período en que no pudo funcionar debido a las labores de ampliación de la costanera.

Los cinco vagones (411, 427, Y-24, Primera Clase 172 y Primera Clase 289) iniciaron la marcha con todos sus asientos ocupados. Muchas personas que viajaban junto a las ventanas agitaban sus manos en señal de despedida, y una sacó la mano con las banderas de Chile y de Magallanes.

Al respecto, el presidente del Patrimonio Ferroviario de Valdivia, Enrique Rivera, se mostró muy satisfecho del reinicio de los viajes entre Valdivia y Antilhue. "Todo el mundo está contento: Los que viajan, los que contemplan el paso de la locomotora junto con sus vagones, los que venden al público... Todos lo están", aseguró.

Rivera se refirió escuetamente a las protestas de algunas personas que arribaron a la estación el mismo día de la partida y no pudieron conseguir pasajes. "Hace uno o dos días ya se habían agotado los pasajes. Lamentablemente, el tren posee un determinado número de asientos y más no se puede hacer", señaló.

Un cúmulo de sentimientos experimenta el maquinista del tradicional ferrocarril Elías Santana. "Es una ilusión que tenía como valdiviano, de manejar este tren turístico. Espero que algunos de mis colegas se incorporen a este servicio", expresó.

"Se ve mucha gente, especialmente ancianos, los que se conocieron como pareja en un tren, vienen acá y lloran durante el viaje. Causa una gran alegría mantener un tren tan lindo como éste. Es una actividad que gusta tanto a los ancianos como a los jóvenes: A los primeros, porque rememoran los viejos tiempos; y los segundos, porque nunca antes se subieron a un tren y les resulta una experiencia novedosa".

Fernanda Duque es una de esas personas que aprovechan espacios no explorados para levantar un negocio. A un costado de la línea férrea en la estación de Valdivia, instaló un pequeño puesto de venta de recuerdos. "Salió como una alternativa de crear merchandising de la región. Nosotros hacemos recuerdos turísticos de Valdivia y estamos instalados en el parque Saval. Y como una alternativa para complementar el paseo del tren valdiviano, propusimos a la corporación vender merchandising del tren aquí", contó la emprendedora.

Agregó que "hasta el momento, nos ha ido súper bien. La recepción de la gente ha sido muy buena, les interesa, les llama la atención nuestros productos. Todos quieren llevarse un recuerdo de 'El Valdiviano'. En realidad, es muy buena iniciativa que ha tenido esta corporación, de desarrollar el turismo en esta área".

Enrique Rivera contó que la tripulación del tren a vapor consta de maquinistas, fogoneros, conductores y asistentes. Añadió que "se suman a esta nómina otros amigos que colaboran con la vigilancia y la seguridad del recinto, y una persona que se encarga del coche comedor".

"El Valdiviano" se compone de cuatro coches para transportar pasajeros y uno destinado a comedor. El carro más antiguo data de 1922 y fue construido por la firma alemana Linke-Hofmann; le siguen uno de alrededor de 1930 (hecho por Petersen) y dos de 1955 (Linke-Hofmann). El vagón comedor data aproximadamente de 1930 (Linke-Hofmann).