A los 80 años murió Ernesto Guarda, figura crucial de la música valdiviana
"Sin él no estaría donde estoy. En mi profesión y en mi ética le debo mucho más de lo que las palabras pueden reconocer". El testimonio es del musicólogo local José Manuel Izquierdo y sirve para entender la importancia que tuvo Ernesto Guarda en el desarrollo de la cultura local.
El destacado profesor, músico e investigador falleció ayer a los 80 años por complicaciones de salud propias de su edad. Estaba casado con Miriam Barrientos (directora de la Escuela Ann Sullivan), tuvo tres hijos, cinco nietos y un bisnieto. Y además deja un extenso legado que incluye himnos, obras para coro y orquesta, libros, la fundación de establecimientos educacionales y la influencia para formar nuevas generaciones de artistas en Valdivia.
Ernesto Guarda nació en La Unión. Egresó de la Escuela Normal Superior José Abelardo Núñez de Santiago y se tituló de profesor de música en la Uach. En la década de 1960 dirigió diversos coros y diez años más tarde anotó uno de los grandes hitos de su carrera: la fundación del Colegio de Música Juan Sebastian Bach, creado con el nombre de Escuela de Cultura y Difusión Artística de Valdivia. También fue crucial en la puesta en funcionamiento de la Escuela Ann Sullivan para discapacitados visuales; y se destacó por afianzar su perfil académico con clases y charlas en Santiago y en la zona sur. Asimismo, su creatividad comenzó a plasmarse en la composición de himnos, como el de la Escuela España (por cuyo trabajo fue galardonado en 1965) y los arreglos hechos para el de la Universidad Austral de Chile. En casi cinco décadas recibió cerca de 40 galardones por sus aportes al mundo de la cultura (el 2012 recibió el Premio Municipal de Arte) y por su desempeño en instituciones como el Rotary Club de Valdivia. También fue integrante del directorio de la Corporación Cultural Municipal de Valdivia, fue uno de los cuatro miembros correspondientes de la Academia Chilena de Bellas Artes que tiene Valdivia; y publicó hace dos años el libro "La orquesta en Chile: génesis y evolución", junto a José Manuel Izquierdo.
"Fue uno de los compositores más destacados que ha tenido la ciudad", explica Ximena Cabello, pianista que en 1996 tocó su obra "Transparencias aleatorias". La interprete conoció de cerca la obra de Guarda, al igual que Carlos Bórquez, director del Colegio Juan Sebastian Bach, cuyo auditorio fue bautizado con el nombre del fundador. "Gracias a él existimos. Don Ernesto fue bastante estoico y se esforzó mucho por concretar este proyecto frente a la adversidad(...) fue pionero en la educación artística a través de la música", explica el docente.
Wladimir Carrasco, director del Conservatorio de Música Uach también valora el legado de Guarda: "Fue fundamental en la educación musical de los niños en una época donde también fue capaz de vislumbrar lo importante que era abrir espacios y ofrecer nuevas oportunidades para profesionalizar el arte".
Ernesto Guarda fue colaborador estable de la revista "Kimelchen" y como miembro fundacional de la Sociedad Amigos del Arte, trabajó en la compilación de antecedentes para publicar una crónica con la historia de la institución entre 1942 y 1977. El libro fue lanzado el año pasado y su autoría es compartida con Norberto Petersen y Leonardo Mancini.
Entre los proyectos pendientes elaborados para valorar el legado de Guarda está la digitalización de su repertorio, iniciativa que está en manos de la Agrupación Coral de Los Ríos. En marzo habrá un homenaje póstumo en el Colegio Juan Sebastián Bach.
Misa El cuerpo de Ernesto Guarda está siendo velado en la iglesia San Francisco. A las 16 horas de hoy hay una misa en su memoria. El funeral será en el Cementerio Parque Los Laureles.
Recuerdos Guarda nació en La Unión. Era profesor normalista, tocaba contrabajo y parte de sus investigaciones sobre música las publicó en la revista "Kimelchén".