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Alimentos para los mayores

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Irene

Charpentier

Directora nutrición y dietética UST.

E n nuestra región, según indicadores demográficos publicados por la seremía de Salud de Los Ríos, la población adulta mayor de 65 años alcanza un número de 40.080 personas, donde el 6,5 % presenta un estado de malnutrición por déficit y el 58,3% malnutrición por exceso, incluyendo a las personas con sobrepeso y obesos . Por tanto, es fundamental que las personas de este grupo etario cuenten con un plan de alimentación que les permita mantenerse sanos, así como también crear los mecanismos para defenderse de las enfermedades que los aquejan.

Para una alimentación saludable en el adulto mayor es importante comer en lo posible cuatro veces al día: desayuno, almuerzo, once, cena y una colación a media mañana. Las personas mayores suelen no comer en la noche; pero es clave mantener siempre una comida liviana al atardecer que evitará un largo período de ayuno y mejorará una serie de funciones metabólicas en el organismo. Asimismo, como son más vulnerables a la deshidratación, se recomienda consumir bastante líquido, al menos que esté contraindicado por problemas renales o cardíacos.

Es crucial comer diariamente productos lácteos como leche, yogurt, quesillo o queso fresco, de preferencia semidescremados o descremados; consumir al menos dos platos de verduras y frutas de distintos colores cada día. Disfrutar con porotos, garbanzos, lentejas o arvejas al menos dos veces por semana, en reemplazo de la carne; y comer pescado, mínimo dos veces por semana, cocido, al horno, al vapor o a la plancha. Además de preferir los alimentos con menos contenido de grasas saturadas y colesterol; reducir su consumo habitual de azúcar y sal.

Hay un pensamiento que está muy presente en los escritos gerontológicos que dice "no sólo es importante añadir años a la vida, sino también vida a los años".