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Organizaciones vecinales volvieron a lucirse en competencia del corso

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Pablo Quintana Villanueva

Ante más de 200 mil personas que esperaban pacientemente en diversos puntos de la costanera, cerca de 60 embarcaciones lucieron sus galas para dar vida este sábado a la antiquísima Noche Valdiviana, que vivía su edición Nº97.

El espectáculo, que es único en su género en Chile, premió a las naves que compitieron en las categorías embarcaciones mayores A (de empresas), embarcaciones mayores B (de organizaciones sociales), medianas y menores, además de las dos nuevas de Turismo y Yates y Veleros.

En esa línea, el barco que representó a la Cervecería Kunstmann fue la ganadora de la categoría embarcaciones mayores de empresas con un tema inspirado en el Egipto de las dinastías faraónicas, ya que de aquel tiempo datan los primeros testimonios ciertos de fabricación de cerveza, según explicaron sus creadores.

Sin embargo quienes se robaron la mayor cantidad de aplausos fueron nuevamente las organizaciones sociales que lograron triunfar en todo el resto de las categorías.

El presidente de la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de Valdivia, Roberto Paredes, se mostró conforme por el protagonismo que tuvieron las entidades sociales en el corso fluvial. "Quiero felicitar al alcalde por el hecho de haber logrado que más embarcaciones participaran en el corso fluvial", indicó el dirigente.

Paredes valoró también el que "es primera vez que participan tantas juntas de vecinos, lo que significa que la Unión Comunal se está posicionando cada vez más y en los últimos años hemos insistido en que las organizaciones sociales deben participar".

A su juicio, "en estos eventos grandes siempre hay puntos negros y uno de ellos fue lo que aconteció con la junta de vecinos 20 'Petrohué'. Ellos son un grupo de jóvenes que querían mostrar su arte; no pagaron un peso a nadie, trabajaron ellos mismos y estaban muy contentos por haber construido la embarcación, pero desgraciadamente los dejaron botados". Junto a ello, el dirigente criticó el tiempo que tardaron las naves en desplazarse por el río. "Se iba a tratar de que las embarcaciones pasaran más seguidas, pero desgraciadamente hubo momentos en que no pasaba ninguna y después navegaban juntas", lamentó.

Mario Poo Garrido fue el autor de la embarcación que resultó beneficiada con el primer premio en la categoría de las organizaciones sociales, consistente en 2 millones 500 mil pesos. Poo ha participado en el certamen fluvial desde 2009, y tres años más tarde su creación "Ballenas australes" obtuvo el primer puesto de las naves de menor tamaño.

Al respecto, el armador comentó que "la experiencia de construir barcos me dice que es mejor transmitir un concepto, no una alegoría. Entonces, buscamos siempre figuras de animales, figuras de criaturas míticas, cosas que la gente pueda reconocer instantáneamente, que sean sencillas y que no generen confusión. Ése es más o menos el concepto. Por eso hacemos siempre figuras únicas, no ponemos grandes escenarios ni nada parecido". En esta ocasión, Poo adornó su barco con un dragón, destacando que "me siento bine y satisfecho porque este es el punto final para una jornada de trabajo que fue muy ardua. Tenía los materiales, pero por viajes pude comenzar recién el lunes 17 en la noche. Hicimos dos embarcaciones y sólo una de ellas pudo llegar al río, porque la otra tuvo un problema eléctrico".

Junto a él la distinción como mejor embarcación de la categoría naves medianas fue para la Agrupación de Amigos "Los Canelos", que recibió 1 millón 200 mil pesos. Francisco Mena fue su creador y dijo experimentar mucha alegría, porque ello corona alrededor de 14 años de participación en el corso fluvial.

"He hecho varios motivos, casi siempre fantasías. Y este año se me ocurrió lo del imperio romano porque daba la posibilidad de llevar gente. Así, aproveché de llevar sobre el barco a mi hija y a una amiga de mi hija y los demás son amigos míos. Además, el color blanco ayuda bastante cuando el marco ambiental está oscuro, de noche; es más fácil iluminar", señaló, puntualizando que el trabajo le costó aproximadamente 1 millón de pesos.

Quien también celebró ayer fue Rodrigo Lovera, armador de la motonave Calla Calle y quien obtuvo el primer lugar de la nueva categoría turismo, quedándose con un millón de pesos. "Creemos que marcamos una diferencia con el resto de las embarcaciones, porque la mayoría de ellas se engalanaron con el mismo formato de luces compuesto de ampolletas. Eran todas muy parecidas en cuanto a su ornamentación. Nosotros fuimos los únicos que teníamos dibujada la estructura con cinta LED y sumado a la línea del buque, que es muy linda", aseguró por su parte el armador de la motonave "Calle Calle", señaló el empresario gastronómico.