Hay algunos muy notorios y otros que pasan casi inadvertidos.
Los logros académicos no responden simplemente a un talento.
A sólo días del comienzo de un nuevo año escolar, las comunidades educativas se están preparando para trazar sus objetivos y logros que deseen alcanzar durante este periodo, donde la participación de cada uno de los actores que la conforman es fundamental. En ese sentido, es importante recalcar el importantísimo rol que cumplen las familias en la educación de los/as hijos/as y cómo su activa presencia genera impactos muy significativos en la formación, autoestima, comportamiento y rendimiento escolar de ellos/as. Desde el hogar se pueden propiciar instancias de apoyo y de mejoramiento de la calidad de los aprendizajes de los niños y jóvenes, y a su vez estos espacios, promueven el enriquecimiento de prácticas familiares.
Sabemos que muchas veces se hace difícil encontrar el tiempo suficiente para acompañar físicamente a los hijos en sus estudios y sus tareas. Sin embargo, es primordial enseñarles a adquirir hábitos de estudio y a organizar eficientemente sus tiempos para sus quehaceres escolares.
Es por ello que como Secretaría Regional Ministerial de Educación queremos hacer un llamado enfático a las familias, los padres y madres a que se involucren y se interesen en esta nueva etapa escolar, donde niños y jóvenes vivencian nuevas experiencias y aprenden en sus establecimientos educacionales. Si creemos que la educación les dará mayores oportunidades en la vida y más posibilidades de surgir, facilitaremos que ellos crean lo mismo y se esfuercen por aprender más y obtener mejores rendimientos para alcanzar sus metas. No obstante, es importante valorar no sólo los resultados académicos, sino también el esfuerzo y dedicación que demuestran hacia el estudio. De esta forma reconocemos sus talentos especiales, haciéndolos sentir que son capaces; en definitiva, fomentamos el ímpetu por asistir a la escuela.
Para eso recomendamos que se mantengan en contacto con los profesores de sus hijos, participen de las actividades de la escuela, principalmente de las reuniones de apoderados, donde se pueden conocer logros, avances limitaciones y soluciones para la educación de sus hijos e hijas.
Todos los niños y niñas son capaces de aprender, pero los logros académicos no responden simplemente a un talento y espero individual; también son el resultado de un esfuerzo concertado entre todos quienes forman parte de la labor educativa. Del mismo modo, el fracaso escolar también es producto de la falta de apoyos adecuados, tanto en lo académico como en lo emocional. La educación se potencia favorablemente cuando la familia y la escuela trabajan juntas.
Secretaria regional ministerial (s) de Educación