En prisión preventiva quedó único detenido por robo al banco BCI
En prisión preventiva por ser considerado un peligro para la sociedad y tras ser acusado del delito de robo consumado con fuerza en lugar no habitado, quedó ayer Carlos Juan Estay Bahamondes, de 22 años, el único detenido hasta ahora por el robo a la sucursal del banco BCI en el sector Isla Teja.
El juez Pablo Yáñez, junto con acoger la petición de la fiscal Consuelo Oliva, decretó un plazo de 90 días para la investigación penal en contra de Estay, quien -según antecedentes vertidos por la fiscal en la audiencia- en octubre de 2013 cometió un delito similar (en lugar no habitado), por lo que se encontraba ahora cumpliendo con las medidas cautelares de firma semanal y arraigo local.
En la formalización de cargos, la fiscal Oliva indicó que los carabineros de la SIP (Sección de Investigación Policial), al allanar la casa de Estay, en el pasaje Calle Calle de la población O'Higgins, hallaron una pistola, siete cartuchos, un napoleón, una radio portátil y un rollo de cable acerado.
De los otros tres presuntos implicados en el robo a la sucursal bancaria, se dijo que continuaban prófugos, pero que eran buscados por la policía, así como también el vehículo color blanco, el que fue identificado a través de cámaras de vigilancia.
También en la audiencia, la fiscal Oliva dijo que en total fueron 685 mil pesos en monedas, que recuperó Carabineros, las que alcanzaron a ser sacadas desde la sucursal en varias bolsas de nylon las que fueron abandonadas por los ladrones.
Además, detalló que fueron dos los forados que hicieron dentro del inmueble bancario, uno de ellos directamente para llegar a la bóveda, aunque no pudieron abrirla, así como otras dos cajas fuerte.
Familiares de Carlos Juan Estay estuvieron ayer en la audiencia e hicieron un depósito de 50 mil pesos en dinero efectivo al tribunal, suma que fue entregada por el juez Pablo Yáñez, al abogado del BCI, Carlos Roldán, quien estuvo en el estrado haciéndose parte de la causa junto a la fiscal durante toda la audiencia.
El abogado Mauricio Obreque, quien representa al imputado, valoró este gesto como una forma de reparar el daño causado. Además dijo que en el curso del proceso, podría considerarse como una atenuante que, incluso, podría incidir en una rebaja en la pena que va entre los 3 y 5 años de cárcel.
El abogado Mauricio Obreque, a cargo de la defensa de Carlos Juan Estay, señaló que "como estrategia vamos a colaborar con la investigación para intentar rebajar la pena y aclarar un delito que consideramos está siendo inflado y exagerado, sólo porque la víctima es un banco, siendo la medida de prisión preventiva desproporcionada y desmedida. Esto no es más que un robo frustrado, como cualquier otro que se comete a diario. Es posible que de ser condenado podamos lograr una pena alternativa a la prisión, como es la libertad vigilada".