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Un bono a medias

...debemos avanzar en la disminución efectiva de la pobreza y en eliminar las brechas sociales...

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La reciente aprobación al proyecto de Aporte Familiar, más conocido como Bono Marzo, en la Cámara de Diputados, es una buena noticia, sin duda, especialmente en un mes tan duro y cuesta arriba para las familias chilenas. Pero es una buena noticia solo a medias, porque deja fuera del beneficio a un porcentaje importante de hogares de la clase media emergente, aquella que moviliza con su empuje y trabajo a muchas de las actividades de nuestra economía. Es un segmento de al menos 400 mil familias que, con esta iniciativa, no recibirán el bono, aunque su condición es también de vulnerabilidad.

Uno de los primeros anuncios de la recién asumida Presidenta Michelle Bachelet asciende a 40 mil pesos, tiene carácter de permanente y es reajustable cada año conforme al IPC.

Entre los requisitos destacan ser beneficiario del subsidio familiar, de asignación familiar o maternal, personas o familias usuarias del subsistema de Seguridad y Oportunidades y aquellas que estén adscritas a Chile Solidario. Así por ejemplo, un jefe de familia con tres cargas y que recibe tres subsidios y asignaciones familiares podrá recibir 3 bonos, totalizando 120 mil pesos.

De esta forma, el Bono Marzo no será asignado a aquellas familias no contempladas en estos subsidios y, por tanto, en lugar de alcanzar a 2 millones de familias, reduce su impacto a un millón 600 mil.

Nuestro partido, Renovación Nacional, ha comprometido su respaldo al proyecto, al igual que nuestros aliados de la UDI. Sin embargo, tenemos la expectativa que en el Senado se pueda enmendar la marginación de aquellos que, con pesar, ven desde la vereda del frente cómo beneficios de este tipo les son vedados permanentemente.

Tanto o más importante aún, es que en Chile podamos asumir un debate serio, profundo y de más largo plazo que nos permita avanzar en la disminución efectiva de la pobreza que apunte a eliminar las enormes brechas sociales existentes y nos permitan alcanzar el desarrollo pleno al que aspiramos.

Diputado

Un nuevo espacio de coordinación

Activa Valdivia recoge el antiguo sueño de coordinar el trabajo del sector público y el privado, para apoyar el desarrollo local.

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El centro de Valdivia, sus calles, su ordenamiento visual y arquitectónico, los sitios eriazos, los tacos, la falta de estacionamientos, el aseo y varios otros temas que hoy afectan al área neurálgica de la capital regional, serán el primer foco de acción de "Activa Valdivia", una entidad público-privada que busca ayudar a convertir en realidad, las decenas de ideas que hoy se anuncian y no se concretan, para la ciudad y la región. En otras palabras, pasar desde los diagnósticos a la acción.

Liderada por la arquitecta Javiera Maira, esta iniciativa nació del Consorcio "Valdivia Sustentable", que aglutina a las principales instituciones locales dispuestas a trabajar unidas en esta dirección. Además cuenta con el financiamiento de la municipalidad de Valdivia, Valdicor, Arauco, Visión Valdivia y Hotel Naguilán.

La meta es apoyar todas las ideas urbanas pendientes, que mejoren la calidad de vida de la comunidad, articuladas en cuatro ejes: río,patrimonio cultural, patrimonio natural y escala humana.

Esto implica preocuparse de temas diversos desde la navegación fluvial a la calidad del aire y la identidad de los barrios; en medio de otros tantos, muchas -muchísimas- veces analizados, pero aún no abordados prácticamente.

La meta es que ahora sí se concreten las ideas, varias de las cuales llevan casi una década en carpeta. Para ello Activa Valdivia partirá por el centro, recogiendo todas las propuestas particulares y estatales que se han formulado en torno a él, reuniendo a sus responsables, pidiendo la opinión de la gente y controlando plazos de ejecución.

El objetivo final es el desarrollo de Valdivia, para que sea un mejor lugar donde vivir, criar hijos, desarrollar sueños y permanecer en el tiempo. Si funciona, la idea podría replicarse en cada comuna, en las cuales hay, lamentablemente, otra gran cantidad de ejemplos de tareas pendientes.

Es de esperar que este plan funcione y que no sea un proyecto más, entre tantos. Al menos tiene un factor que augura éxito: trabajo conjunto y responsabilidad compartida entre el Estado y la sociedad civil.