Demoras en segundo puente
El Pedro de Valdivia es la única vía de conexión de isla Teja y la costa, con el resto del territorio. Todos sabemos que ya no da abasto, pero las soluciones tardan en llegar.
El alcalde de Valdivia Omar Sabat pidió respaldo al Concejo Municipal para reactivar el tema del segundo puente a la isla Teja, o la búsqueda de alguna otra medida que permita descongestionar y mejore la conectividad vial con esa zona y también con el área costera, cuya único nexo con el resto del territorio es a través del Pedro de Valdivia.
Por su puesto que los concejales (como la mayoría de la comunidad local) están de acuerdo en apoyar su moción, sobre todo porque este problema se ha planteado en varias ocasiones durante los últimos diez años y hay varios planes detenidos sobre el particular, que no logran llegar a buen puerto.
Por ejemplo, la idea de construir un puente paralelo quedó paralizada luego que el Consejo de Monumentos Nacionales rechazara la intervención del Parque Prochelle -que debía ser alterado para el trazado- , sin que nadie apelara a esa decisión o propusiera otra alternativa. Los estudios para levantar un segundo puente entre las calles Los Pelúes de Isla Teja y Lord Cochrane en Valdivia se encuentra en etapas iniciales; la idea de un tercer puente que empalmara con la calle Baquedano, como pedían los vecinos del sector Barrios Bajos, fue desestimada desde el comienzo porque demoraría mucho, pero los tiempos se han extendido, sin que otra idea se materialice tampoco. Además existe la propuesta de una tercera vía, con accesos especiales para ciclistas y peatones, para el actual viaducto, pero nada concreto aún.
Mientras se espera avances en el tema, el parque automotriz de Valdivia sigue creciendo, las congestiones aumentan en varios puntos críticos, las calles se vuelven peligrosas y no se llega a acuerdos para mejorar el tránsito, considerando tanto a los automóviles como otras formas de transporte.
Lamentablemente y tal como sucede en tantas otras áreas relacionadas con el desarrollo urbano de la capital regional, el diagnóstico al respecto es claro, pero las acciones de solución se postergan y no hay coordinación entre los diversos actores encargados de ellas. Así las cosas y si nadie interviene, las soluciones se ven lejanas.