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Remodelación del terminal de Valdivia parte en 40 días

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Claudio Jiménez Cepeda

En 40 días más comenzarán las obras de remodelación del Terminal de Buses de Valdivia, trabajos que buscan transformar al rodoviario de la capital regional en el más moderno del sur de Chile.

Así lo explicó Sergio Mujica, gerente general de Terval, concesionaria que desde enero de 2011 está encargada de administrar el recinto. Según el empresario, quien antes dirigió la remodelación del terminal de buses San Borja de Santiago, los trabajos en Valdivia debieran demorar 18 meses hasta ser entregadas.

Mujica recordó que durante el verano se abrió la licitación para que las empresas constructoras postularan al proyecto. Tras dos meses, finalmente fueron tres las constructoras que presentaron su documentos a la licitación.

"Finalmente ayer (miércoles) abrimos los sobres que enviaron las tres empresas y comenzamos a estudiar sus propuestas. Durante los próximos días nos contactaremos con estas empresas para aclarar dudas, porque es normal que haya pequeñas diferencias de interpretación. Luego de eso nos tomaremos otros 10 días para decidir cuál propuesta nos parece mejor y así adjudicar la obra", aseguró.

El ejecutivo agregó que una vez que sea adjudicada la licitación, debieran pasar otros 20 días para que la constructora se instale en la faena. "Creemos que en unos 40 días más veremos las primeras carretillas y los primeros cascos paseando por el terminal", indicó el gerente de Terval.

Consultado respecto a las empresas que presentaron sus propuestas, Mujica prefirió no darlas a conocer hasta que se hayan estudiado bien las propuestas. Sin embargo, fuentes de Diarioaustral indican que se trataría de una constructora local dedicada al rubro inmobiliario y dos constructoras de Santiago.

Respecto a las características técnicas, Mujica señaló que se dividen en dos secciones. Por una parte están los trabajos que beneficiarán al tránsito de los buses y por otro lado están las obras que brindarán mayor comodidad a los pasajeros.

En términos de metros construidos, el Terminal de Buses de Valdivia pasará de tener 7 mil metros cuadrados a 12 mil. Esto incluye la construcción de un nuevo edificio en el que se instalarán restaurantes, un patio de comidas, un supermercado e incluso hasta un centro médico privado.

En cuanto al espacio destinado para las máquinas, el terminal pasará de los actuales 20 andenes a tener 32. También crecerá la cantidad de boleterías en un número indeterminado. "Esto beneficiará a las empresas porque crecerá la cantidad de líneas que operan. Actualmente hay cerca de 70 líneas que llegan a Valdivia, pero esperamos que esta cantidad aumente. Es cosa de ver cómo crece el turismo y como las empresas crean nuevas subsidiarias para operar en nuevos recorridos", aseguró.

"Queremos que las obras que realizaremos ahora duren por lo menos 10 años sin que tengamos que intervenir de nuevo el terminal. Por eso los cambios que se realizarán son grandes y muy importantes", añadió el ejecutivo.

Sin embargo, Mujica explicó que los cambios más importantes se verán reflejados en la zona para pasajeros.

"El proyecto contempla salas de descanso para los choferes, tendremos una oficina para carabineros, un plaza de comida, espacio para cuatro restaurantes de comida rápida, un oratorio, un supermercado y un centro médico", adelantó el empresario.

"El espíritu es que la gente que venga de comunas a comprar a Valdvia no tenga que salir del terminal par hacer sus diligencias, que puedan hacerlo en el mismo terminal y no tengan que gastar dinero en colectivo o en taxi. Estamos buscando la mayor cantidad de servicios posibles en esta ubicación para evitar que se produzca una multiplicidad en los viajes, lo que encarece la vida", apuntó.

Una de las particularidades que tendrá el nuevo edificio del terminal de buses, cuya entrada estará en avenida Alemania, es que en su interior habrá un salón vip similar al que existe en los aeropuertos.

"Hoy en cualquier aeropuerto al que uno va hay habitaciones especiales para aquellos pasajeros que están dispuestos a pagar un poco más por tener mayor comodidad", dijo.

"En los terminales de Estados Unidos y Europa hay salones que pueden ser usados por mujeres embarazadas y por adultos mayores, además de los que quieran estar más cómodos", agregó.

Entre las características de estos salones destacará la existencia de conexión a Internet y sillones de cuero.

Mujica agregó que se modificará el interior del terminal para que las boleterías queden tipo counter. Además, ampliarán a 12 metros el ancho de los pasillos. También se instalará otra escalera mecánica.

Respecto al techo, el empresario dijo que el proyecto contempla el cambio completo de la actual techumbre. Esto, según Mujica, no implicará un aumento en la altura. Sin embargo, el nuevo edifico será considerablemente más alto, ya que tendrá al menos seis metros.

También se considera la instalación de un cielo falso de madera. "Esto se hará con materiales finos y cosas locales. La idea es que el proyecto sea lo menos rupturista posible, que no compita con nadie", argumentó Mujica. En cuanto al exterior, en la parte que da hacia la costanera se construirá una especie de torreón con amplios ventanales para que los pasajeros puedan mirar hacia el río. Al respecto, Mujica dijo que eligieron esa figura para mantener la identidad histórica de la ciudad.

En el exterior también destaca la creación de nuevos estacionamientos. Según el gerente, en la actualidad hay sólo 22 plazas de estacionamientos, mientras que con los nuevos cambios esta cifra aumentará a 120 plazas. Estas se ubicarán en el mismo lugar donde hoy está el estacionamiento, pero obligará a realizar cambios estructurales que afectarán entre otras cosas al ante jardín que actualmente tiene el recinto.

Un tema que resaltó Mujica fue el de la seguridad al interior del terminal. El empresario dijo que pretenden tener una oficina de carabineros al interior. Además, dotarán al recinto de tecnología de punta, lo que incluirá una serie de cámaras con vigilancia permanente. También ubicarán los asientos de manera estratégica para que no haya puntos ciegos.