Delmastro repasa su historia tras 16 años como parlamentario
Daniel Navarrete Alvear
"Cuando vas a 120 kilómetros por hora y frenas de repente, se producen cambios muy grandes". Con esta analogía, Roberto Delmastro aclara lo que implica haber dejado la política luego de 16 años como diputado por el distrito 53. El ex parlamentario fue elegido en los sufragios de 1997, 2001, 2005 y 2009 y optó por no ir a la reelección en noviembre del año pasado.
Luego de alejarse por un tiempo de la agenda pública, regresó para recibir las felicitaciones de sus pares y decir adiós. El sábado por la noche en los salones del Club de la Unión, 300 personas participaron en una cena en su honor. Fue la ocasión para agradecer públicamente el respaldo popular y revisar su propia historia como una de las figuras políticas más importantes para la Región de Los Ríos en los últimos años.
"Fue una sorpresa muy gratificante", dice Delmastro, cuya figura reunió en un mismo espacio a los senadores Ena Von Baer y Alfonso de Urresti; y a los diputados Iván Flores y Bernardo Berger, además del diputado de la Región de La Araucanía René Manuel García. "Son personas de todos los sectores políticos. Fue un gesto muy gratificante que me hace sentir muy contento(...) la política debería ser así siempre. La amistad cívica es muy importante para un país, con ella se pueden conseguir muchas cosas como por ejemplo la nueva región. La pobreza y el desempleo no tienen color político, entonces si todos empujamos para un mismo lado, podemos resolver los problemas".
¿Cuál es su mensaje de despedida?
- Lo básico es la unidad. Llegar al poder es una aspiración legítima de todos los partidos políticos. Pero esas cosas hay que hacerlas en comunidad, sin gobiernos cerrados o radicales que no conducen a nada.
¿Dejar la política fue una decisión complicada?
- Fue algo que pensé hace muchos años atrás. No estoy arrepentido, aunque tengo sentimientos encontrados ya que es una vida que voy a extrañar. Por ahora, no tengo claro mi futuro, solo quiero descansar por un tiempo y dedicarme a mi familia. Estuve muy ausente de mis seres queridos por mucho tiempo y eso tiene un costo. Mi familia me lo reclamó en más de una ocasión, pero también fueron muy solidarios. Si hubiese seguido en esto, me habrían seguido respaldando absolutamente.
Para Roberto Delmastro cada parlamentario tiene su forma de contribuir a la región y al país. Por ello, dice no sentirse un ejemplo o el iniciador un camino que ahora otros deben seguir: "Lo más importante del servicio público es buscar el bien común. Cada cual tiene su propio estilo, pero no se debe olvidar esa meta. La unidad es fundamental en todo esto".
¿Qué hitos le sorprendieron durante su carrera?
- Las votaciones en política son muy veleidosas. Muy cambiantes. En mis elecciones hubo de todo. Se puede obtener una votación alta o mediana, pero lo que nunca me dejó de sorprender el cariño de la gente. Mucho afecto, incluso de quienes no votaron por mí. Creo que la inteligencia emocional en la política es muy importante, más que el partido político o las ideas.
¿Y la nueva región?
- Sin duda que es algo que me marcó mucho. Dimos la pelea por muchos años. Nadie se marginó de eso. Fue una labor de todos los parlamentarios de esa época y la razón por la que entré a Renovación Nacional, ya que yo era independiente y los opositores al proyecto lo aprobaron porque se los pedí. Sin esos votos no podríamos haber hecho la región.
Tras el establecimiento de la nueva administración política con el nacimiento de Los Ríos el 2007, comenzó el desafío de afianzar el territorio. Y Delmastro cree que aún no hay muchos avances: "Estamos muy atrasados en relación al resto del país, pero creo que vienen tiempos en que se notarán los cambios(...) por ejemplo, con Cores electos habrá más independencia de los partidos políticos y ese rol se asume con un sentido realmente social. La autonomía es fundamental para resolver los problemas".
El ex parlamentario también valora los esfuerzos por descentralizar Los Ríos. "Valdivia no es el centro de todo y si atendemos a las cifras de inversión, queda claro que esta región es mucho más equitativa que otras".
¿Quedaron temas pendientes?
- La pobreza. Es un tema que se puede combatir con modelos que han funcionado fantásticamente bien, pero que no se han masificado, como por ejemplo la creación de bancos vecinales o comunales donde la gente puede tener acceso a dinero para su proyectos de emprendimiento. Propuse ese proyecto, pero en su momento Hacienda no lo consideró. Creo que es algo a lo que se debe volver(...) tengo esperanza de poder acercarme a las nuevas autoridades para ver cómo seguir contribuyendo. Chile es un país desconfiado, tal vez por eso no funcionan las cosas. Pero esto se trata de darle más oportunidades a la gente pobre, que no tiene oportunidades.