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Rodolfo Catricheo fue homenajeado como patrimonio viviente por la UACh

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En el contexto de la clausura de la undécima temporada de la Feria de Antigüedades "El Torreón", organizada en conjunto por la Agrupación de Anticuarios y Afines de Valdivia y la Dirección de Extensión de la Universidad Austral de Chile (UACh), se efectuó ayer al mediodía un reconocimiento público al conocido sastre Rodolfo Catricheo Aravena, a quien se lo distinguió como "patrimonio viviente".

Este homenaje se realizó por primera vez en 2011 y tiene como propósito distinguir a personas que con su trabajo han contribuido a la consolidación de la cultura. Al respecto, el rector de la UACh, doctor Víctor Cubillos, señaló que "el rol principal de la universidad es formar profesionales e investigadores, así como mejorar la calidad de vida de las personas de la región".

Sin embargo, a juicio del académico, "también hay que hacer un reconocimiento a las personas. Hay oficios, hay tradiciones, hay aspectos que, con el desarrollo científico y tecnológico y con el avance de la sociedad, se van perdiendo. En este sentido, la universidad recoge un tema importante para la Unesco y que nosotros hacemos propio: el patrimonio viviente". Cubillos explicó que "no es otra cosa que el reconocimiento a las personas que desarrollan distintos oficios. Eso es lo que estamos haciendo al reconocer a un sastre, una persona que con el tiempo se va transformando de un artesano a un artista de la confección".

Muy contento se mostró el sastre Rodolfo Catricheo en la ceremonia que lo elevó a la categoría de patrimonio viviente. "Estoy muy agradecido de la Universidad Austral por haberme reconocido la profesión que tengo. Para mí, es muy preciosa y es lo mejor que pude haber escogido en la vida".

"Yo considero mi profesión como un arte, porque uno debe hacer trajes a la medida, no importando la contextura de la persona que pide un traje. Por eso, espero que haya jóvenes que se interesen en aprender esta profesión, proque es muy bonita", comentó.

No ocultaron su satisfacción los hijos del sastre.

Jorge Catricheo, el hijo mayor, puso énfasis en que el trabajo de su padre "es un arte increíble, porque traza un auténtico plano sobre la tela. Se desenvuelve muy bien en ese ámbito y es muy reconocido por la comunidad".

Agregó que "lo que más nos enorgullece es que por su trabajo sus hijos somos lo que somos".

Marcelo Catricheo, el segundo hijo, subrayó que a su padre "se le está valorando lo que él ha entregado a la comunidad valdiviana".

En 2011 se efectuó el primer reconocimiento al patrimonio viviente, cuando fue elegido en esa ocasión el profesor y acordeonista Raúl Mautz.

Al año siguiente fue distinguida la productora y vendedora de hortalizas, frutas y verduras Herminda Maliqueu; y, finalmente, en 2013 se entregó el diploma al suplementero valdiviano Israel Morales.