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La Haya ordena a Japón detener su programa de caza de ballenas

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Captura Desde 1987 Japón ha capturado un media de 400 ballenas cada año en la Antártica, según Tokio.

Mauricio Mondaca

La Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya ordenó a Japón que ponga fin a su controvertido programa ballenero, que Tokio justifica con fines de investigación, al considerar que contraviene una moratoria de caza de ballenas de 1986.

Japón alega que el programa tiene fines científicos, algo que sí permiten las convenciones internacionales.

Australia llevó el caso ante el tribunal de la ONU en 2010, alegando que Tokio violaba las leyes internacionales al matar a cientos de ballenas al año con propósitos comerciales.

"Por 12 votos a 4, la Corte decide que Japón tendrá que revocar cualquier permiso o licencia relacionado con Jarpa II y evitar pedir otros permisos en el contexto de ese programa", anunció el presidente de la CIJ, Peter Tomka, en la lectura del fallo. Los jueces estimaron que los permisos concedidos a Japón en el marco del programa Jarpa II, cuya primera fase empezó en 2005, "no se ajustan a las provisiones contenidas en el artículo VIII" de la Convención Internacional para la Reglamentación de la Caza de Ballena (ICRW, por sus siglas en inglés). Ese convenio únicamente permite la caza de ballenas en el caso de que persiga fines científicos o sea para la subsistencia de la población aborigen.

Los magistrados estimaron que si bien el programa de investigación nipón contiene "objetivos científicos", su puesta en práctica se ha hecho de manera "poco transparente".

Esa falta de transparencia se aplicó especialmente en la elección del tamaño de las muestras de cetáceos, que incluyen, por temporada, la caza de 850 ejemplares de rorcual aliblanco, 50 de ballena jorobada y 50 de rorcual común, expusieron los magistrados. Japón no ha podido "explicar" las razones por las que aumentó el tamaño de la muestra respecto a la primera fase de su programa científico, ni por qué incluyó otras dos especies de cetáceos en el mismo, añadieron.

Japón se mostró "decepcionado" por el fallo, aunque aseguró que acatará la decisión. "Japón está decepcionado y lamenta la decisión. Sin embargo, aplicará el fallo de la Corte ya que es un Estado que le da gran importancia a la legalidad internacional", aseguró la delegación japonesa en La Haya a través de un comunicado.

Cuota En 2005, Japón estableció un objetivo anual de 935 piezas. Los balleneros capturaron 853 ese año y 679 en 2008.

En Australia las voces a favor del fallo no se hicieron esperar. El ex ministro de Medio Ambiente de ese país, Peter Garrett, calificó de "histórica" la sentencia. "Significa que la caza científica de ballenas no existe", manifestó a la cadena ABC. "¡Una victoria enorme como una ballena!" dijo el fundador de Verdes en Australia, Bob Brown, quien añadió que "todos los australianos pueden sentirse orgullosos".

Ofensiva Tokio alega que sus capturas anuales cayeron a 103, debido a las actividades de ecologistas contrarios a la caza.

Fallo La Haya acusó a Japón de violar la Convención para la Reglamentación de la Caza de Ballena, firmada en 1946.