Contaminación del aire en la región
Valdivia ya fue declarada zona saturada y otras cinco comunas de Los Ríos presentan malas condiciones del aire, con riesgo para la salud de la comunidad.
Preocupantes resultan los estudios sobre la contaminación atmosférica dados a conocer sobre cinco comunas de Los Ríos, en las cuales se confirma que los problemas vividos en Valdivia se repiten en otras zonas del territorio donde se conjugan también los mismos factores: baja aislación térmica de las viviendas, uso de leña húmeda y escasez de recursos para buscar otras fuentes energéticas más limpias (pero más caras) de calefacción domiciliaria.
Según los análisis correspondientes al invierno pasado, en Panguipulli, Los Lagos, La Unión, Paillaco y Río Bueno, los índices de calidad del aire llegan a niveles perjudiciales para la salud humana, superando las normas internacionales en gran parte de los días. Esto significa que la población respira material dañino, que incide en enfermedades respiratorias y también podría causar cáncer al pulmón.
Así visto -y coincidiendo con la visión entregada por el concejal y médico paillaquino Miguel Ángel Carrasco- se trata de un problema muy grave, que debiera cambiar los paradigmas desde los cuales se abordan las emergencias medioambientales en la zona, asumiendo que la leña es un combustible potencialmente peligroso.
Si se enfrenta como un problema severo de salud pública, las campañas de prevención y las medidas de apoyo a la comunidad, podrían ser más intensas y focalizadas; quizás también, más efectivas.
La seremía de Medioambiente, las municipalidades y la Universidad Austral trabajaron para conocer esta realidad y ahora es necesario que se reaccione eficazmente, para hacerse cargo de los datos que ellos entregaron. En este caso, no basta con saber lo que sucede, sino intervenir para cambiarlo. Y eso implica voluntad política y también recursos, que ayuden efectivamente a las familias a solucionar la necesidad material y cultural que tienen de la leña.
Es preciso, por ejemplo, que se estudien subsidios para la producción y compra de leña seca; que se incentive más la instalación de secadores comunitarios y que se extienda el recambio de calefactores, como también que se controle la aplicación legal de las medidas de aislación en las construcciones de viviendas.