Vocación sacerdotal
El evangelio de este domingo (Jn 10, 1-10) nos lleva al ámbito del pastoreo, de la relación entre las ovejas y su Pastor. La primera imagen que Jesús usa, es la de la puerta; a sí mismo se define como "la puerta": la puerta es lo que nos lleva de un lugar a otro, y por la cual es necesario pasar para entrar en relación con Dios. Es dejar muchas cosas a un lado, para entrar en relación con Dios, para entrar a una situación y lugar distinto al que estamos ahora. Por esta puerta es por donde entran las ovejas, a la voz de su Pastor.
La segunda imagen que usa el evangelio es la de Jesús como el Pastor que llama a la ovejas por su nombre y ellas lo siguen, porque escuchan su voz y lo reconocen. Esta imagen nos indica la familiaridad que existe entre el rebaño y su pastor propio: ellas no siguen a cualquiera, sino que la voz de su pastor.
El Señor ha venido para que a través de Él, podamos entrar en la intimidad de Dios, pero aún más como la va a afirmar al final del texto de hoy: "Yo he venido para que las ovejas tengan vida, y las tengan en abundancia".
Es esencial al mensaje cristiano la dignidad y el respeto a toda vida humana. Dios es un Dios de vivos, y es la vida misma; por eso Jesús dice que ha venido para que tengamos vida y esa vida sea en abundancia, es decir, una vida plena y digna, donde todos podamos vivir como seres humanos y como hermanos.
En este domingo también la Iglesia ora por el aumento de las vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa. A los católicos de nuestra diócesis pedimos especialmente hacer oración para que sean muchos los jóvenes que se atrevan a seguir al Señor Jesús, al Pastor del rebaño, para que a su ejemplo puedan ser los pastores que nuestras comunidades, movimientos eclesiales y parroquias necesitan.
Sacerdote