A 54 años del gran terremoto
Hoy se cumplen 54 años del terremoto más gran de la historia registrado hasta el momento. Un 9,5, que tuvo como rostro a Valdivia, pero que asoló a toda la zona sur del país sumiéndola en décadas de pobreza, porque destruyó gran parte de sus industrias e infraestructura productiva, especialmente las ubicadas en la costa (puertos, caletas pesqueras, poblados) debido al gran maremoto que lo acompañó.
El recuerdo de esta tragedia se encuentra muy presente en la memoria colectiva de los habitantes de la actual región de Los Ríos, por la magnitud del desastre, pero también por lo difícil que ha sido desde entonces volver a ponerse de pie, confiar y emprender proyectos de largo plazo.
Desde esa experiencia traumática es posible entender a las familias de la región del Bío Bío, que han visto la lenta reconstrucción después del 27 F; o a las de Iquique y Arica, que todavía no reciben toda la ayuda prometida; o las de Valparaíso, que enfrentaron un incendio con resultados tan graves como un gran sismo.
Por lo mismo es que se aplauden las iniciativas de apoyo para esos lugares que aún siguen vigentes en la zona, como la reciente donación de madera realizada por los empresarios de Pymemad; o los viajes de los voluntarios de Un Techo para Chile y la cooperación de los municipios. Esa solidaridad se entiende en una comunidad que conoce los mismos dolores y que en un día como hoy puede renovar su compromiso de ayuda, porque sabe que una campaña ocasional no basta para levantarse.
También en esta fecha es oportuno revisar qué tan preparados estamos para enfrentar en el futuro otro hecho similar. Vivimos en un país donde los terremotos son normales y es preciso mantenerse alertas para enfrentarlos de la mejor manera posible: saber reaccionar, tener planes de emergencia, adoptar medidas de seguridad en los hogares, colegios, lugares de trabajo y espacios públicos.
Realizar simulacros debiera formar parte de nuestra rutina habitual, porque nadie exagera si se adelanta a los hechos.
Prevenir y ser solidarios pueden constituir una manera constructiva de conmemorar este 54° aniversario.