Educación: aciertos y desaciertos
Con este primer proyecto de ley el Gobierno ha dado una señal política que es compleja. Su agenda inicial va a quedar marcada por asuntos de carácter normativo que dividen al país y cuyos cambios difícilmente corrigen los problemas de calidad y equidad de nuestro sistema educativo. Con todo, en el proyecto que termina con el lucro, el financiamiento compartido y la selección, hay aspectos valiosos como son la creación de una subvención para los alumnos que pertenecen a la clase media, aumentando los recursos que invierte el Estado en estos alumnos a cambio de que los colegios no les cobren financiamiento compartido, y la creación de una subvención pro gratuidad, incentivando a los establecimientos a dejar de cobrar financiamiento compartido a cambio de estos mayores recursos. Estas medidas pueden tener a la larga un impacto en calidad y equidad, siempre que la reforma en su conjunto esté bien diseñada y no incentive la migración de alumnos al sector particular pagado. Con todo, el gasto anunciado de 1.600 millones de dólares en educación escolar palidece al lado de las estimaciones de costo para la educación superior: del orden de 5 mil millones de dólares.