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Miguel Barriga: miradas íntimas a un eterno sobreviviente del espectáculo

pERFIL. El creador de la banda Sexual Democracia y sus colaboradores reconstruyen los hitos de su propia historia.

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¿Te acuerdas de los conciertos de Pink Floyd?, de toda esa gente destrozando el lugar, de las largas filas por comprar una entrada, de los manotazos y la euforia. Bueno, acá no vas a ver eso. El músico Miguel Barriga advierte lo que pasará cuando suba al escenario para tocar frente a una audiencia de niños, abuelas, dueñas de casa y familias completas.

La escena corresponde a 'La experiencia Barriga', un documental que explora la vida de este icono del rock underground chileno. El mismo que puso de moda himnos llenos de humor y guitarras eléctricas. El mismo que sobrevivió los 80, a los 90 y al cambio de milenio con su banda Sexual Democracia. El mismo que se niega a desaparecer de la escena musical y que se sigue reinventado al margen de la industria.

El Coliseo Municipal de Valdivia está lleno. Cientos de personas celebran el aniversario de región. Sobre el escenario, Miguel Barriga repasa lo más selecto de un repertorio con tres décadas de historia. Se mueve como si estuviera en el festival más importante del mundo al ritmo de canciones que hablan de bomberos, de hierbas para sanar el hígado y de regionalización.

Canta, salta y grita. Guitarra en mano celebra porque ha tenido un buen año. Participó en un show televisivo para comediantes aficionados, triunfó en un festival folclórico y estrenó un documental basado en sus vivencias.

Miguel Barriga Parra nació el 16 de octubre de 1963 en Quirihue. Es hijo de Orlando, un gendarme que falleció a los 65 años; y de María Inés, sastre y dueña de casa que vive en Santiago. Tiene cinco hermanos, uno de ellos, Orlando, fue taxista y trabajador forestal, y desde el 2001 oficia como su manager.

Orlando cree que su familia tiene algún tipo de cercanía con la casta de los Parra, la de las canciones de Violeta y los poemas de Nicanor, pero no lo tiene claro. Por eso advierte que la herencia artística de su hermano tal vez no viene de ese lado. Con un poco más de certeza dice que el origen de todo estaría en su padre, el gendarme que trabajó en la cárcel de Quirihue y que en su tiempo libre cantaba tangos junto a los presos. 'De él pudo haber desarrollado el gusto por la música, pero con el paso de los años descubrí que su legado había sido algo más importante. Cuando éramos niños nos hablaba del sur de Chile y de una ciudad que lo tenía maravillado'. En la década de 1960, Orlando Barriga padre solía viajar con frecuencia a Valdivia. Hablaba de sus ríos, de la cercanía de la costa, de la pujante industria. Crió a sus hijos con los recuerdos de esa ciudad donde Miguel se tituló de ingeniero comercial.

Astuto, alegre y conversador. A Miguel Barriga siempre le gustaron los escenarios. La primera vez que se subió a uno fue para imitar al dibujo animado 'Hijitus'. Estaba en segundo básico y lo hizo para amenizar un acto de día lunes en su colegio. Su padre le enseñó a tocar guitarra y antes de terminar la enseñanza media ya sumaba triunfos en festivales en Quirihue, Dichato y Cobquecura.

'Mi familia nunca tuvo problemas en apoyarlo, en que fuera artista. En esos años era casi la única opción de tener un futuro mejor y de salir airoso de un pueblo como Quirihue', dice Orlando.

En 1984 Miguel ingresó a estudiar en la Universidad Austral de Chile. Más que la malla curricular, el artista recuerda de aquellos años la gran oportunidad que tenía para desarrollar su creatividad. 'Fue complicado partir al sur, pero me fui convencido de aprovechar al máximo todo, de que podía hacer algo importante. Me inscribí en el coro universitario, aprendí actuación e inventé rutinas de humor'.

En el verano de 1987 estrenó un café concert y un año más tarde debutó con Sexual Democracia, banda que bajo el paraguas del rock plasmaba en sus canciones historias sobre la idiosincrasia nacional. En el bar Cheers se escuchan por primera vez las canciones del disco autoeditado 'Los chicos buenos': 'El pituto', sobre como en Chile las cosas se resuelven gracias a las influencias; y 'Acuérdese de su pobre hígado', inspirada en un vendedor callejero que vocea las virtudes de las hierbas medicinales para curar malestares estomacales.

También suena el tema que da nombre al disco, un himno a la labor de los bomberos en el que Barriga critica la situación que vive el país bajo la dictadura del general Augusto Pinochet. 'Había que andar con cuidado, en esos años aún la cosa era peligrosa, pero igual nos reíamos de los militares', dice. En la letra de la canción queda de manifiesto la ironía: 'Ellos tienen bombas y no las usan para matar (como otros)… ellos actúan a la luz del día y no se esconden (no como otros)… ellos no se han privatizado, ni cobran por incendio apagado'.

En 1990 la banda edita con el sello Alerce 'Buscando chilenos 1' y dos años más tarde tocan en el Festival de la Canción de Viña del Mar. Chaqueta de mezclilla, mangas color rosa, polera negra y jeans rojos. Miguel Barriga se para en el escenario de la Quinta Vergara y arrasa, especialmente con la balada 'Canción pacífico violenta'. Mientras al fondo se proyectan imágenes de líderes políticos, Miguel Barriga les canta 'métanse su hueá de guerra en la raja, métanse su hueá de guerra en la raja'. El público enloquece. Todos corean. Es el éxito total, el reconocimiento nacional que Sexual Democracia estaba esperando por fin había llegado.

'Fue uno de los momentos más importantes que hemos tenido como banda. Estábamos bien arriba, veníamos de regiones y teníamos poca historia, pero muchas ganas de triunfar', recuerda Barriga.

Tras el exitoso show la banda inicia una gira por todo Chile. Editan 'Buscando chilenos 2, la venganza continúa' y un disco en vivo. Lo que viene después son otros 12 discos y un paulatino descenso en la popularidad del grupo. La falta de una mejor estrategia de promoción y los pocos escenarios donde tocar fueron algunas de las razones. Miguel Barriga explica: 'El sello Alerce no hacía clips, no nos ponían en las radios, el aparataje comunicacional era malo. En regiones no habían muchos espacios donde hacer conciertos, se nos ocurrió tocar en pueblos chicos y claro, como desaparecimos de Santiago, desaparecimos de Chile'.

Desde 1988 hasta la fecha, por Sexual Democracia han pasado 19 integrantes. El tecladista Milton Bitelbick es uno de ellos. Desde que estaba en octavo básico admiraba a Miguel Barriga y en 1999 comenzó a colaborar con él. Ahora son compañeros, son amigos. Han tenido buenos conciertos y una racha de malos shows de poca importancia, los que dice, pasaron al olvido. 'Miguel ha tenido un nuevo aire, un nuevo reconocimiento en estos últimos 10 años y eso queda plasmado por ejemplo en el documental', explica.

Miguel Barriga fue un adelantado a su tiempo. Según Milton Bitelbick, 'lo que hizo con Sexual Democracia fue una cuestión poco usual para esa época. Iniciaron algo que muchos años más tarde harían grupos como Sinergia, eso de meter humor en las canciones y de hablar de cuestiones más cotidianas como que la esposa gane más plata que el marido y cosas así'.

En 2004 el cantante decide rebautizarse como El Miguel Sexual Democracia. El cambio de nombre es para identificarlo en su faceta de humorista. 'Cada cierto tiempo se reinventa, es como para decir aquí sigo yo. Es parte de su espíritu inquieto eso de andar inventando cosas nuevas para el público', dice Orlando Barriga.

El espectáculo teatral '¿Cómo sobreviviste a los 80s, a los 90s y el 2000?', los monólogos 'El apitutado' y 'After office' lo ponen de vuelta en la escena nacional. Con Sexual Democracia lanza 'Buscando chilenos 4' y como solista 'Popklor', disco con canciones folclóricas. En el repertorio destaca 'El sacristán' de Violeta Parra, tema con el que clasificó al 49° Festival de la Canción del Huaso de Olmué. Fue su segundo momento de gloria.

'Se escuchó la voz del pueblo, fue maravilloso, la gente decía que era injusto que hubiésemos logrado el segundo puesto y eso fue emocionante. Otra vez todos hablaban de nosotros', dice el cantante sobre la jornada de enero de 2012 en que fueron derrotados por el grupo La Guacha.

Miguel Barriga es un sobreviviente, es un ídolo. Así lo cree Esteban Rojas, el cineasta que a los 8 años de edad hacía shows en su casa cantando 'Profanador de cunas', otro de los himnos ochentenos de Sexual Democracia. Ambos se conocieron cuando actuaron para el piloto de la serie 'Promedio Rojo' de Nicolás López. 'Creo que él rescata la chilenidad, es un héroe que se reinventa para vivir del arte. Su historia es de sacrificios, de esas historias que son universales', dice Rojas que en enero de 2006 siguió por dos meses a Miguel Barriga grabando todo con su cámara para 'La experiencia Barriga'. En el documental está el cantante. Está su banda en escenarios de pueblos perdidos en la geografía nacional, aquellos donde la gente no hace fila para comprar las entradas. Donde no hay empujones, no hay euforia, ni hay manotazos por tratar de tocar al ídolo. ¿Y el glamour?, bueno el glamour, como dice Miguel Barriga, 'eso dura como 10 o 15 minutos después de los conciertos. El resto es volver a la realidad'.