La preocupación manifestada por los dirigentes vecinales de Valdivia por la falta de médicos en los consultorios y las protestas en otras comunidades, como la de Coñaripe, por disconformidad con la atención de salud que reciben, no deben pasar inadvertidas para las autoridades. Y esto implica no sólo contestar y hacerse cargo hoy de las molestias poblacionales, sino planificar a largo plazo para que los problemas no se eternicen en el tiempo.
Es cierto que la falta de recursos fiscales y el sistema de administración municipal juegan en contra de una gestión óptima en esta área, pero es necesario buscar salidas alternativas y establecer mesas de trabajo que incluyan realmente a los profesionales y a las instituciones que los forman; algo que al parecer no ha ocurrido. A juzgar por las declaraciones del Colegio Médico y de los diferentes gremios, las decisiones gubernamentales se han tomado en las últimas décadas sin incorporar a quienes finalmente trabajan con los pacientes, ni tampoco a éstos. Es decir, sucedería en la Salud, lo mismo por lo cual protestan los profesores y estudiantes en Educación: escasa participación realmente vinculante.
Eso explicaría las diferencias de condiciones laborales en los centros de salud, la falta de incentivos reales para los especialistas, la compleja inclusión de profesionales extranjeros y la poca preparación de personal en especialidades que cada vez se hacen más urgentes para Chile y la realidad demográfica que enfrenta, como la Geriatría y la Oncología.
Apuntar a la solución de estos problemas no es sólo una decisión jerárquica, sino un trabajo conjunto de muchos actores, que no puede dejar fuera de la discusión a las universidades, ni tampoco a los usuarios.
Los Ríos contará relativamente pronto, gracias al convenio de programación firmado con el ministerio de Salud, con una renovada red de hospitales, consultorios y postas; pero esa infraestructura necesitará de una mayor cantidad de personal, capaz de responder a las necesidades de una población que envejece más rápido porcentualmente que en el resto del país. Por lo mismo es necesario oír a los dirigentes que hoy piden más médicos y mejor atención; para que esas dificultades no se proyecten hacia el futuro.