El otro capital cultural en Valdivia
Que Valdivia sea la Capital Americana de la Cultura 2016 es algo que nos llena de orgullo. Es un mérito que lo obtienen diversos organismos públicos, instituciones privadas y organizaciones sociales que han trabajado durante años en posicionar a nuestra ciudad como un referente importante en la gestión cultural y en la oferta de actividades turísticas de atracción internacional.
Esta designación no es menor, ya que nuestra ciudad tendrá una amplia cobertura de todas sus atracciones turísticas, materializada y difundida en medios como Antena 3TV y Discovery Network.
Pero vale la pena preguntarse, ¿cuál es la cultura que se dará a conocer en todo el continente y cual es la cultura que vive el territorio valdiviano? Esperamos que las manifestaciones culturales explicitadas sean transversales y que el concepto cultural se oriente no sólo a manifestaciones artísticas, sino a una diversidad territorial e identitaria. Es entonces donde toma sentido anclar la cultura a las políticas de desarrollo social, pues sólo así la cultura se convierte en una herramienta para reducir la pobreza y generar cohesión social.
Si en Valdivia queremos hablar de cultura, debemos entenderla como una herramienta para derrotar las profundas desigualdades que ostenta la Región, pues no es coherente que en una región que goza de desarrollo económico y turístico; y en donde la cultura es entendida como un elemento de inclusión ciudadana, coexistan 18 campamentos en total exclusión social.
Trabajemos por no mostrar una cultura de la exclusión en nuestra capital regional. Debemos tomar como ejemplo a la centena de voluntarios de TECHO-Chile en Los Ríos que trabajan constantemente en los campamentos de Valdivia, Panguipulli, Rio Bueno y La Unión, convencidos de que el trabajo de toda la sociedad en su conjunto es el camino correcto para terminar con la pobreza y los campamentos en nuestro país.
Así como Valdivia se convierte en la Capital Americana de la Cultura más austral de la Historia, planteamos el desafío de ser también la capital de la inclusión social, la participación e integración ciudadana, sobre todo con los campamentos de la región.