114 mujeres juraron ante el estandarte del'Membrillar'
tradicional ceremonia. En total fueron 170 conscriptos quienes cumplieron ayer con la ceremonia de jurar a la bandera, prometiendo servir a la patria, incluso rindiendo su vida, si fuese necesario.
Las voces femeninas dominaron ayer el aire en la Plaza de la República de Valdivia, durante la tradicional ceremonia de juramento a la bandera. Las 114 jóvenes soldados son mayoría entre los 170 conscriptos, que cumplen su servicio militar en el Regimiento Membrillar y prometieron con fuerza servir a la patria, hasta rendir la vida si fuese necesario, cumpliendo con una de las actividades más significativas del período de instrucción militar.
La actividad se efectuó en la capital regional, tal como en todos los destacamentos del Ejército en el país, en memoria de los 77 jóvenes que murieron en la iglesia de La Concepción, luchando en la Guerra del Pacífico, los días 9 y 10 de julio de 1882. Los y las soldados juraron ante el estandarte de combate de su regimiento, el No.4 de Telecomunicaciones, 'Membrillar', ante un numeroso público y sus familiares, quienes desafiaron el intenso frío del mediodía, para ser testigos de una promesa solemne, que se selló con tres salvas de honor.
Una sección bajo las órdenes de la teniente Karina Kauzlarich, ejecutaron los disparos que tronaron por los cielos valdivianos.
AUTORIDADES
El significativo acto castrense fue presidido por el intendente regional, Egon Montecinos y por el comandante en jefe de la Tercera División de Montaña, general de brigada Camilo Vidal.
Al palco de honor también llegaron la gobernadora provincial Patricia Morano; el general de Carabineros, Leonidas Venegas; el capitán de puerto Horacio San Martín y otras autoridades e invitados especiales.
Junto a la tropa en formación del cuadro permanente, recientemente egresado de la Escuela de Suboficiales del Ejército y destinado al 'Membrillar', juraron también los subtenientes César Maureira Ross y Valeria Muñoz Alfaro, ambos formados en la Escuela Militar 'Bernardo O'Higgins'.
Fueron momentos emotivos, ante el estandarte de combate con su respectiva escolta apostado ante la tropa.
El único orador fue el comandante del Regimiento 'Membrillar', coronel Francisco Varela Devotto, quien destacó en la primera parte de su alocución, el concepto de responsabilidad que a partir de ayer, debían entender quienes juraban ante el símbolo más preciado de la Patria: la bandera.
'Para acudir -les dijo- cuando la Patria los necesite, no sólo para fines de defensa, sino también ante situaciones de desastres naturales y emergencias que demande la ciudadanía, asistiendo a la población en sus necesidades de bienestar', dijo el coronel Varela.
Cumplido el juramento, y en la segunda parte de su discurso, se dirigió de nuevo al contingente en formación, bajo el mando del mayor Raúl Rosas, para expresar:'Oficiales, clases, soldados de la tropa profesional y soldados conscriptos, ya han jurado y, a partir de este solemne momento, pasaron a integrar la legión de las personas que tienen un sello de fuego en el corazón y se encuentran enlazados en el espíritu de los 77 héroes de La Concepción. El juramento a la bandera, que habéis hecho, significó ofrecer el sacrificio de sus propias vidas, en aras de la defensa, la seguridad y la paz de Chile. Aun resuenan en los oídos de vuestros padres y familiares, amigos, novias y novios, el compromiso contraído, que seguramente también a ellos los ha llenado de emoción', agregó.
En la parte final de su discurso, el coronel Francisco Varela hizo un homenaje especial 'a la mujer chilena, que con su masiva presencia en nuestras filas, hoy al igual que lo hicieran en la Guerra del Pacífico, y en particular en el combate de La Concepción, demuestran su férrea voluntad, espíritu de sacrificio y entrega para integrarse plenamente a los desafíos que el Ejército impone'.
La ceremonia finalizó con un desfile ante el palco de las autoridades que, al término de ella, coincidieron en rasaltar la marcialidad y gallardía de los soldados que juraron.
También en parte de su alocución patriótica, el coronel Francisco Varela, se refirió a la efemérides que marcó nuestra historia y que da sentido a esta ceremonia.
'El hecho histórico que hoy recordamos -señaló- se enmarca en las acciones desarrolladas durante la guerra del Pacífico y la campaña de la Sierra, hace exactamente 132 años. En una pequeña aldea peruana, la cuarta compañía del Batallón Chacabuco, del sexto de línea, al mando del capitán Ignacio Carrera Pinto, protagonizó una de las hazañas máximas de heroismo, no superada a través de los tiempos, que representa en la historia, un gesto incomparable de valor y sacrificio.
'Entonces, la larga guerra del Pacífico tocaba a su fin, y nada hacía presagiar un episodio tan sangriento. La historia dice que nunca se supo quiénes de los 77 murieron primero y quiénes después, sólo se estableció que el último de los oficiales que rindió su vida, fue un niño héroe, de sólo 15 años, el subteniente Luis Cruz Martínez'.