Asaltos ennuestra zona
Cuando se supo que un millonario robo a una estación de servicio en la comuna de Mariquina, protagonizado por una banda de delincuentes había sido exitoso y que habían logrado darse a la fuga, consiguiendo importante ventaja sobre las investigaciones destinadas a permitir su captura, de inmediato surgió la pregunta ciudadana. ¿Habrán sido los mismos?
Es fácilmente entendible la inquietud de la gente, porque a comienzos de mayo ocurrió un hecho similar y a poca distancia, en la misma comuna, sin que hasta el momento se tenga noticias relacionadas con una eventual detención de los responsables.
Se suman estos hechos, ocurridos en nuestra zona, a los que habitualmente son noticias llegadas desde otros puntos del país, especialmente la capital, donde los atracos que tienen por objeto preferente los dispensadores automáticos de dinero han terminado por convertirse en sucesos tan cotidianos que ya parecieran borrados de las preocupaciones de una ciudadanía que ha terminado por acostumbrarse a ellos.
En el caso de Mariquina y cualquiera de las comunas de la región de Los Ríos el problema todavía asusta y se pide el mejoramiento de las técnicas destinadas a desincentivar a los delincuentes, porque es notorio que las medidas, por lo menos contra este tipo de delitos, no solo no han sido suficientes o eficientes, sino que hasta queda la sensación de que falta entusiasmo para ponerle atajo.
Asusta observar situaciones de este corte en nuestra región porque no va a faltar el día en que uno de estos asaltos provoque algo más grave que la simple sustracción de una cantidad importante de dinero, ya que la audacia de los participantes no tiene límites, lo que puede llevar a actos de extrema violencia contra policías o testigos que nada tienen que ver con lo que está ocurriendo.
La delincuencia de alta peligrosidad, lamentablemente, ha optado por llevar sus demenciales métodos hasta a lugares como las otrora tranquilas comunidades que hoy deben mirarlos desde cerca.