Secciones

Pan saludable

E-mail Compartir

Opinión

Para el Ministerio de Salud prevenir las enfermedades y promover hábitos y estilos de vida saludables, es un accionar que se enmarca en cada uno de las políticas e iniciativas. La línea base de este trabajo lo constituye la Estrategia Regional de Salud que entre sus objetivos hace referencia a reducir los factores de riesgo asociados a la carga de enfermedades. Preocupados de ello, es que nuestra región ha sido pionera en una política pública que cada vez cobra más adeptos, me refiero al trabajo asociativo para reducir la sal en alimentos como el pan.

Esta política, si bien, vio sus primeras luces en nuestra región, encontró cabida a nivel nacional, ya que precisamente se enfoca en un producto de consumo que está presente en la dieta diaria de nuestra comunidad.

A ello se suma, que debe ser entendida desde lo asociativo. En otras palabras se trata de un esfuerzo mancomunado del sector privado, público y el propio consumidor. Su éxito, entonces depende del compromiso de cada uno de los eslabones y en donde el respaldo de las empresas familiares de la región, que a través de su producción local de pan han sido un claro ejemplo del compromiso por contribuir a la salud de su gente, hasta los supermercados que saben del rol social en este sentido, nos ha permitido contar en cada comuna con locales que entregan la opción a nuestra comunidad.

Por eso el llamado es claro, buscar los establecimientos con el Sello del Pan Saludable. Ya que este sello busca combatir tristes cifras que nos posesionan sobre el promedio país y por sobre lo que dicta la Organización Mundial de la Salud, al tener un promedio de consumo de sal diario de 9,7 gramos, mientras que lo recomendables es inferior a 5 gramos.

Cabe destacar que la población chilena consume en promedio cerca de 2000 mg de sodio al día en sólo un pan, siendo el consumo máximo recomendado de 2400 mg/día. En otras palabras sólo un pan aporta en promedio un 80% del consumo máximo recomendado.

Reducir el consumo de sal/sodio en la población es clave para enfrentar una serie de patologías. La tarea dispuesta es bajar gradualmente de un 25% a un 50% de sodio, tarea que a la fecha nos tiene satisfechos con la incorporación de las 12 comunas y el respaldo de diversos sectores.