De sueños y perseverancia
Revolviendo un par de cachureos en casa de mis viejos, encontré un cuaderno que probablemente no había abierto hace casi treinta años. Entre el típico olor a papel viejo y polvo, encontré un resumen de lo que había entendido hace treinta años con el cuento Juan Salvador Gaviota. Hoy, treinta años más tarde, sentí la curiosidad de volver a leerlo y entenderlo desde el punto de vista de los sueños, la perseverancia y el atreverse, algo así como la innovación, el liderazgo y el emprendimiento, y aun cuando parece un cuento para cabros chicos, aprendí que las cosas que más se anhelan, no son fáciles de conseguir, pero tampoco son imposibles.
Físicamente Juan Salvador Gaviota fue como todos los demás, pero interiormente muy diferente del resto de sus compañeros. Sueños, visión, liderazgo y perseverancia!... quizás una mezcla de todas estas cosas hicieron que quisiera lograr lo que otros no habían podido porque no se habían atrevido, y ese sueño de aprender a volar y darle un sentido a su vida hizo que muchos de los que no estuvieron de acuerdo con él, lo criticarán, aislarán, dieran la espalda, exiliándolo por no ser digno de formar parte de la 'bandada'. Estaba seguro de lo que quería, y sabía de sus capacidades. No se dio por vencido, luchó y alcanzó su sueño. Ese 'atreverse a', es la esencia que diferencia a un líder, un emprendedor o un innovador. Hay quienes ven las cosas como son y se preguntan '¿por qué?' hay otros que soñamos en cosas que nunca han sido, y nos respondemos '¿y por qué no?'… Las cosas que más se anhelan no son fáciles de conseguir, pues siempre vas a encontrar en el camino a quienes no estarán contentos con tu decisión, simple y sencillamente porque no van de acuerdo a su manera de pensar, o porque no hacemos lo que ellos dicen. Siempre existirán circunstancias y personas dispuestas a hacer que dejes de lado tus sueños, e incluso dejes de lado tus principios… ¡No te rindas, se perseverante y por sobre todo no traiciones tus principios!
Hoy, treinta años más tarde, entendí este libro de forma diferente, y el éxito acompaña a quienes ven la vida 'como podría ser', y no 'como nos dicen que es', y mientras algunos digan 'tengo que ver para creer', debes pensar cada día en 'tengo que creer para verlo', pues no son los golpes ni las caídas las que te hacen fracasar; sino la falta de voluntad para levantarte y seguir adelante.