Sabido por todos, es la suerte de Valdivia al inicio del período republicano donde la pobreza y el estancamiento duró tres décadas.
Vale la pena considerar que la ciudad fue prácticamente saqueada. Cochrane actuó como si se hiciese de un botín de guerra, al estilo de los ingleses que incluso tenían una legislación llamada Ley de Presas. Pero el Almirante olvidó que esta región era parte del mismo país.
Pero todavía hay más; se intentó destruir los fuertes de la bahía y embarcar la artillería. Bolívar al pedir recursos a Chile, recibió cañones de Corral que en 1825 aparecieron instalados en el Callao.
El Gobierno miraba con despreocupación el futuro de la provincia y por otra parte no contaba con medios, dado el hecho de estar hipotecado por la campaña del Perú. Valdivia, sin recursos del nivel central a pesar de su firme espíritu federalista no pudo hacer mucho para salir del marasmo.
Sin embargo no perdió los dones de su cultura. Las citas del padre Gabriel Guarda O.S.B. ilustran al respecto. Guillermo Frick afirmará : ' la ciudad contaba con numerosas casas, varias con piezas elegantes, bien amuebladas, con buenos pianos'. Agregaba, Simon, 'las casas de madera están lujosamente arregladas con confort'. El fundador de La Unión, Cayetano Letelier en carta a O'Higgins, decía : ' todo anuncia que el Creador ha derramado sus beneficios en este suelo para felicidad de una gran parte de la nación chilena'.
Juicios parecidos tuvieron el naturalista Claudio Gay, el sabio Ignacio Domeyko o el mismo Charles Darwin que visitaron la ciudad por esa época. Darwin en 1835 fue testigo del devastador terremoto de ese año. También visitó los fuertes y allí observa que los edificios de Niebla están casi en ruinas y los fustes de la artillería podridos. Un inglés que le acompaña le dice al comandante de la guarnición que si se disparase un sólo cañonazo, las cureñas se harían pedazos. Este responde muy orgulloso : 'Oh, no señor, ¡ seguramente resistirían hasta dos descargas!'.
En 1826, recién se crea la provincia con dos ciudades, Valdivia y Osorno. Para 1846 cuenta con cuatro departamentos: Villarrica, Valdivia, La Unión y Osorno.
Pronto vendría el sacudón refundador de la colonización alemana.