Un carabinero de la subcomisaría de Paillaco fue agredido por un joven de 20 años, quien con un martillo lo golpeó repetidas veces en la cabeza, ocasionándole lesiones cortopunzantes menos graves, según el diagnóstico médico entregado en el Hospital de La Unión.

El funcionario, el cabo segundo Isaac Pulgar, está en su casa con reposo absoluto y recuperándose, informó ayer el subprefecto de los servicios, comandante Eduardo Ramos.

En tanto, el agresor quedó detenido en la misma unidad policial de Paillaco hasta ser formalizado hoy a primera hora en el Juzgado de Garantía.

desORDEN EN LA PLAZA

El joven había sido detenido la noche del sábado, junto a otros siete individuos, por causar desórdenes en la plaza de la comuna en medio de una riña. Por ese hecho fue acusado en el tribunal por el delito de maltrato de obra a Carabineros, y luego quedó en libertad.

Sin embargo, en vez de irse a su casa se dirigió a la del carabinero, a pocas cuadras de la subcomisaría, procediendo a lanzar piedras a la vivienda y destrozar los vidrios de su vehí-culo particular que estaba estacionado en el frontis.

Como el cabo segundo Pulgar salió para perseguirlo hasta la casa, una vez en ella el joven lo atacó con un martillo hasta que, finalmente, fue reducido por otros carabineros que salieron en auxilio del funcionario agredido.

Por cuarta vez en lo que va del año, ladrones entraron a la propiedad del consejero regional Elías Sabat, en Panguipulli, para llevarse un millón y medio de pesos en dinero efectivo, además de una escopeta (que estaba inscrita), un televisor plasma, seis celulares y dos notebooks, uno de los cuales contaba con varios software, cuyo valor supera los cinco millones de pesos, según el mismo afectado.

Tras el ataque, Sabat dijo sentirse 'desesperado', porque su casa, donde también están las oficinas de su empresa de transportes, el 6 de abril pasado ya había sido visitada por ladrones, ocasión en la que se llevaron como botín un tractor para cortar césped avaluado en un millón 200 mil pesos.

Increíblemente un mes después, en mayo, los ladrones volvieron a sus oficinas y sustrajeron los teléfonos celulares de sus trabajadores y, en julio, al parecer llegaron hasta en un camión para llevarse seis novillos, cuyo valor era de 2 millones y medio de pesos.

El consejero Elías Sabat afirmó que 'es algo increíble lo que me está ocurriendo, al igual que a otros vecinos de Panguipulli. Esto ya es una seguidilla de robos que nos tiene a todos francamente alarmados y atemorizados'.

El último robo quedó al descubierto el sábado, cuando alrededor de las 23 horas Sabat llegó a su casa -que había dejado momentáneamente sola- y se percató del desorden y que el cajón de su velador -donde guardaba el millón y medio de pesos- estaba abierto, advirtiendo también que otras especies habían desaparecido.

Asimismo, las oficinas de su empresa de transportes 'estaban hechas un desastre, por lo que presumo que los ladrones buscaron el dinero, primero ahí, y como no lo encontraron entraron a mi casa, forzando una ventana'.

El afectado no descarta que 'los delincuentes hayan estado al tanto de que había dinero y que hasta sean los mismos que ya me han robado, porque no he podido recuperar nada'.