Durante las últimas décadas la región de Los Ríos ha sido testigo cómo los bosques de coigües, ulmos, mañíos y arrayanes entre muchas otras especies, han sido talados para cultivar la tierra y también para cultivar árboles de pino y eucaliptus que hoy abastecen a la industria forestal. En década de los 90´ miles de hectáreas de bosques nativos ardían en los alrededores de Valdivia y en la cordillera de La Costa al sur de la ciudad, tras cada incendio y cada tala, la academia y ONGs nacionales e internacionales trabajaban para detener la destrucción y despertar conciencia.

En la década del 2000, y como materialización de este compromiso y preocupación por la Eco Región de los Bosques Vadivianos por parte de distintos actores sociales, nacía la Reserva Costera Valdiviana, una de las iniciativas de conservación privada más importantes de mundo, creada al sur del río Chaihuín para proteger los ecosistemas naturales que hoy Valdivia y su gente aprecia como parte de su patrimonio cultural, la Selva Valdiviana.

Los cambios observados en la valoración de los bosques nativos dan cuanta de las transformaciones sociales y el aprecio creciente por parte de las personas hacia los múltiples bienes y servicios que éstos nos conceden. Son más de 5000 los visitantes nacionales y extranjeros que llegan la Reserva Costera Valdiviana año a año.

Para garantizar la conservación de 50 mil hectáreas de bosques Valdivianos, el pasado 29 de mayo la ONG The Nature Conservancy (TNC), propietaria de la Reserva Costera Valdiviana, entregó a la Fundación Forecos los derechos de conservación de todos los ecosistemas presentes en ella, a través de un instrumento jurídico conocido como 'Servidumbre Voluntaria'. Ambas instituciones han firmado uno de los acuerdos de conservación más importante del país y que significará que nuestra región de Los Ríos reciba a perpetuidad la conservación de los bosques nativos entre los ríos Chaihuín y el río Bueno, lo que se suma a los esfuerzos del Estado por la conservación y preservación de estos bosques con el recientemente creado Parque Nacional Alerce Costero.

La fundación Forecos velará por el cumplimento de los compromisos de conservación del área trabajando bajo la figura conocida internacionalmente como Land Trust (Garante de conservación) y junto a nuestro socio en este acuerdo trabajaremos para replicar nuestra experiencia en otras partes del país.

De acuerdo a las estadísticas de Carabineros, 2013 registró la mayor cantidad histórica de peatones fallecidos en accidentes de tránsito en el país: 631, de los cuales 11 corresponden a la región de Los Ríos. Este año, podría ser similar.

Según el análisis, la principal causa de esos hechos es la imprudencia de los mismos peatones, seguido por la presencia del alcohol tanto en ellos, como en los conductores. La información coincide con una encuesta aplicada en Santiago por el Automóvil Club de Chile, en la cual un 69% de los usuarios de las calles admite no respetar las luces rojas, un 62% dice que cruza repentinamente la calzada y un 33% señala que no utiliza los pasos de cebra.

Si bien esa investigación se aplicó en la Región Metropolitana, basta caminar o conducir por las calles de Valdivia, La Unión, Panguipulli y otras comunas, para verificar que la realidad es aplicable también en nuestra zona y que la construcción de una 'conciencia vial' para choferes y transeúntes, se hace cada vez más necesaria.

También es preciso un acuerdo social respecto del uso de las calles, sobre todo el Valdivia, donde la mayoría de los atractivos pueden ser recorridos a pie, pero eso implica que los automovilistas colaboren y respeten los pasos habilitados, las áreas turísticas, que no ataquen con sus bocinas a quienes se detienen para permitir el caminar lento de un visitante; que además se controle la velocidad a la cual circulan los vehículos, especialmente en las calles céntricas.

Por otra parte, quienes caminan deben acatar semáforos y señales, no dejar a los niños pequeños solos, mantenerse atentos a las condiciones de tránsito y tomar resguardos básicos como no acercarse a los automóviles que retroceden y cruzar las calles solo en áreas debidamente habilitadas, pero con precaución.

En las carreteras las medidas preventivas deben extremarse. Gran parte de los accidentes fatales en la región ocurren en rutas fuera de las ciudades, de noche, durante los fines de semana, protagonizados por peatones que cruzaron la calzada inesperadamente o que se encontraban en estado de ebriedad. Ante esta evidencia, el único consejo que vale es prevenir.