Preocupante es la cantidad de asaltos similares registrados en las últimas semanas, los cuales han afectado a estaciones bencineras en Lanco y Los Lagos, al hospital de Valdivia y a una plaza de peaje en La Unión. Llama la atención que se trate de hechos violentos muy similares entre sí, casi todos con personas armadas, que actúan rápido, usando autos robados que después abandonan, sin dejar rastro alguno.
No hay evidencia que lo indique, pero a juicio de un observador lego, parece obra de un mismo grupo de personas o que siguen patrones, buscando cajas fuertes y cajeros automáticos, que arrastran o rompen con herramientas relativamente sencillas: mazos para golpear, sopletes y oxígeno para cortar, cables para arrastrar objetos pesados.
Además, en todas las ocasiones han actuado cubiertos y con guantes, tratando de no marcar huellas; además de los tradicionales 'miguelitos' que esparcen por el suelo para dificultar la persecución en algún vehículo.
Puede tratarse de hechos aislados y normales dentro de la estadística policial anual, pero al sumarlos a casos parecidos ocurridos en Región Metropolitana, en Puerto Varas y en La Araucanía, junto a otros que han obligado al gobierno a hacer declaraciones garantizando la seguridad del país; no queda más que preocuparse y preguntarse si hay atrás de estas acciones un hilo conductor, o alguna motivación violentista de un grupo organizado y con motivos más allá de los delictuales.
Aún a riesgo de ser llamados alarmistas, parece oportuno solicitar más intensidad en las investigaciones y una fiscalización para que se cumplan las normas de seguridad mínimas en lugares como los atacados. Hasta ahora, la falta y falla de cámaras de seguridad, por ejemplo, ha facilitado la ausencia de pistas.
Por supuesto que no se debe sembrar miedo, pero la reiteración de estos hechos en nuestra región llama a la reflexión al respecto, más aún cuando pasan los días y nadie parece tener antecedentes claros sobre ellos, a pesar de haber algunas personas detenidas.
La seguridad ciudadana y la tranquilidad de un territorio son básicos para la calidad de vida. Por lo mismo, no exagera quien pide medidas de prevención.