Habiendo terminado el periodo de alerta sanitaria, se puede concluir que producto de las condiciones climáticas, las alertas ambientales durante el periodo de restricción fueron escasas, lo cual permite ganar tiempo a las autoridades para estar preparados al momento que se produzcan altos niveles de contaminación en forma permanente. Para que esto ocurra se debe generar una campaña masiva de socialización del problema, el cual lamentablemente no está internalizado en la ciudadanía. Para que esto suceda, se deben generar espacios de discusión y propuesta a todos los niveles sociales, sean estos juntas de vecinos, clubes deportivos, Codelo, adultos mayores, todo junto a las autoridades involucradas: municipio, Serviu, Senama, Intendencia, Seremía de Medio Ambiente y Energía, como también productores de leña, distribuidores y empresarios. Para que haya éxito, las propuestas que se elaboren en estas mesas ciudadanas deben reflejarse en el Plan de Descontaminación Comunal, pues lamentablemente se ha incubado en la ciudadanía una percepción de que estas mesas se convierten en una interminable cantidad de reuniones, sin que después se vea reflejada la participación ciudadana.

Para los que estamos involucrados con antelación en el tema, sabemos que el plan debe dar cuenta de medidas de corto mediano y largo plazo, para lo cual es esencial no cometer los errores y aprender de los aciertos de regiones vecinas. El mejor laboratorio que tenemos como región está en La Araucanía. Estamos convencidos de que el problema de la contaminación tiene solución. Solo pasa por la voluntad política y por invertir los recursos económicos en forma adecuada.