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Buscan equilibrio entre la fauna silvestre y actividad ganadera

DESAFÍO. Vecinos del Parque Oncol se organizaron con ayuda de Arauco y Cerefas, para enfrentar la presencia de depredadores silvestres y asilvestrados, que merman sus animales.

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Animales carnívoros silvestres, como los pumas y asilvestrados (como los perros vagos) causan serios problemas a los campesinos de Los Ríos, porque atacan el ganado para comerlo. Un daño particularmente serio es la depredación de ovinos en comunidades aledañas al Parque Oncol y, por lo mismo, los vecinos afectados decidieron unirse y buscar una solución colectiva.

El punto inicial de esta cooperación fue un taller comunitario para saber cómo manejar este conflicto, el cual fue realizado en dependencias del Área Silvestre Protegida de Arauco, dirigido por Ángelo Espinoza, director del Centro de Rehabilitación de la Fauna Silvestre, Cerefas, e integrante del Programa de Investigación Aplicada en Fauna Silvestre de la Facultad de Ciencias Veterinarias de la Uach.

Para las familias campesinas participantes, el taller resultó ser algo mucho más valioso que un encuentro para la teorización del problema. En ese sentido, Ruth Alba, agricultora del sector de Pilolcura, comentó sobre el taller que 'son importantes estas oportunidades de reunirse y conocer la realidad de nuestros vecinos sobre la crianza de animales y este constante problema de los perros vagos y otros animales más silvestres que llegan a los predios, atacan nuestras ovejas y provocan un daño económico grave'.

Las conclusiones de Ruth Alba dieron en el marco de una premisa colectiva y que provocó la génesis del denominado 'Grupo de Trabajo para la Protección de la Fauna Silvestre y la Orientación Ganadera', una mesa multisectorial y comunitaria que quiere alinearse a los esfuerzos que, en esta materia, realizan las diversas instituciones públicas y privadas de la Región. Su particularidad es que su trabajo se basará en los saberes y experiencias de los propios agricultores, con el apoyo del Plan de Vinculación Territorial que impulsa Oncol con sus vecinos.

GRUPO MULTISECTORIAL

El Grupo de Trabajo para la Protección de la Fauna Silvestre y la Orientación Ganadera lo encabezan dirigentes y vecinos de seis sectores enclavados en el corredor biológico que bordea Oncol; vale decir Llenehue, Pilolcura, Los Pellines, Punucapa, Quitaqui y El Tambillo, con la colaboración de Cerefas y la asistencia del equipo que articula el Plan de Vinculación Territorial de Oncol. La premisa de esta iniciativa de trabajo es una sola: orientar y ayudar a acelerar las medidas, tanto públicas como privadas, para mitigar el conflicto que se produce entre ganado y carnívoros silvestres y asilvestrados, con foco en la protección de la fauna y la orientación de mejores prácticas para al manejo ovino.

'El desafío que se visualiza en esta iniciativa es que se logre hallar el punto de equilibrio entre la innegable contribución al funcionamiento del ecosistema por parte de animales silvestres como el puma o el zorro, comparado con su efecto en el ganado doméstico; sin dejar de lado el efecto de los perros asilvestrados, jaurías cuya génesis está en el abandono de sus ex dueños, y que contribuye en un alto porcentaje en este conflicto', explica Ángelo Espinoza.

Para Espinoza, el menoscabo que la interacción entre el ganado doméstico y la fauna silvestre produce en las economías a escala y en el equilibrio del entorno ambiental, también debe ser abordado con educación ambiental y orientación hacia los productores ovinos. Al respecto, el médico veterinario explica que 'la interacción de carnívoros silvestres y la actividad agropecuaria debe ser abordada integralmente, juntando esfuerzos públicos y privados con mirada técnica y social, donde hablen los productores, los servicios de fomento productivo y también los especialistas en conservación, y así sustentar las conclusiones que sean. Por ejemplo, un plan de monitoreo del puma o el zorro en las zonas de conflicto, de modo de determinar objetivamente qué factores son los que inciden en su búsqueda del ganado ovino'.

ACTORES

Para Mario Salinas, presidente de la Junta de Vecinos de Quitaqui - El Tambillo, ubicadas a tan solo 30 kilómetros de Valdivia, estos encuentros comunitarios del Grupo de Trabajo para la Protección de la Fauna Silvestre y la Orientación Ganadera, ayudarán a analizar la realidad que los mismos vecinos tienen sobre su producción ovina. 'Según lo que nos han asesorado los profesionales de los servicios públicos y basándonos en nuestras propias estimaciones, desde el año 2013 en esta zona se ha producido mayormente el ataque de animales silvestres al ganado ovino. Entonces, es bueno que se generen estas instancias porque tanto Quitaqui como El Tambillo tienen vocación turística y ambiental, y por eso este conflicto debe tratarse como tema central para nuestro desarrollo', señaló el dirigente.

Miguel Alarcón, Guardaparque y otro vecino participante de Oncol comentó que 'la fauna silvestre no es el problema. Tener en buen estado las instalaciones para los animales de crianza, podría ser una solución. Creo que las ideas y aportes de los sectores públicos y privados serán de mucha ayuda, pero sin el compromiso de nosotros los vecinos, estos esfuerzos serán en vano'

Sobre los animales asilvestrados que coexisten con los predios particulares, Alarcón coincide en que 'el fomento de la tenencia responsable de mascotas y perros también lleva consigo el desafío de lograr rehabilitar estos animales que son abandonados en las áreas silvestres y además fiscalizar futuros actos irresponsables de abandono' y agrega que 'destruir el hábitat, cazar pumas, zorros y aves rapaces, soluciona necesidades humanas actuales, pero denigra peligrosamente al espacio en donde habitan todos estos seres vivos', sentencia.

PLAN DE VINCULACIÓN

El grupo de trabajo multisectorial y comunitario que busca enfrentar la problemática, es reflejo de un abanico de acciones propositivas de los actores de las comunidades aledañas a Oncol, las cuales han sido canalizadas a través del Programa de Vinculación Territorial de esta área protegida. Éste último forma parte de un modelo de desarrollo más global impulsado desde 2012 por Arauco, denominado Plan de Gestión y Conservación del Bosque Valdiviano Oncol.

Para Juan Anzieta, subgerente de Asuntos Públicos de Arauco en Los Ríos, 'desde que declaramos Oncol como un Área de Alto Valor de Conservación el año 2012 y se elaborara consultivamente su Plan de Conservación que estableció los lineamientos en materia de investigación, monitoreo ambiental, programa de educación ambiental y de desarrollo de las comunidades vecinas, hemos estado trabajando con el fin de lograr que la conservación se transforme en un objetivo compartido y en una oportunidad de desarrollo para nuestras comunidades aledañas'

RECURSOS

De esta manera, esta área protegida privada ha venido realizando un creciente trabajo colaborativo con organizaciones sociales y vecinos residentes de estas localidades aledañas, mediante iniciativas que sintonicen con Oncol como polo de conservación biológica, educación ambiental y desarrollo económico sustentable.

En el marco de esta relación, desde hace tres años se han ejecutado 18 proyectos financiados con el apalancamiento de fondos públicos, además de la asesoría de un equipo de profesionales dispuesto por la empresa.

Iniciativas logradas en la zona

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El trabajo conjunto para abordar el problema de los depredadores, es parte de una cooperación entre la comunidad aledaña, el área protegida Oncol y los servicios públicos. A través de esa fórmula se ha generado la ejecución de más de 70 millones de pesos en el sector con proyectos impulsados por el Ministerio de Agricultura, administrados por Conaf y financiados con el FNDR del año 2012 para iniciativas productivas en Los Pellines, Llenehue y Punucapa; o iniciativas turísticas en Pilolcura, co-financiadas el 2013 con el Fondo de Protección Ambiental, FPA.