En el Hospital John Kennedy se efectuó el décimo trasplante de riñón programado en Valdivia. Esta vez el paciente fue el estudiante universitario Carlos Angulo Chacón, cuyo hermano fue el donante. Ambos se encuentran en buenas condiciones. En el hospital se informó que pronto contarán con una máquina para apoyar el post operatorio.
Aprovechamos este mes de la Patria para mirar el país que hemos construido. Debemos sentirnos orgullosos de saber que nuestra cultura e identidad es de profunda inspiración cristiana, que somos capaces de levantarnos ante la adversidad. Hemos visto cómo miles de chilenos lucharon por superar terremotos e incendios. Es bueno darse cuenta de que el dolor no nos es indiferente y que somos solidarios cuando otro nos necesitan. Los jóvenes son ejemplo vivo de este espíritu.
Conscientes de riquezas como éstas, también es tiempo de pensar hacia dónde queremos transitar. Y si algo podemos sacar en limpio es que la solidaridad contribuye mucho más cuando se acompaña de políticas públicas que propicien una mayor equidad, que promuevan la justicia y que establecen las garantías mínimas para el desarrollo de la persona humana.
Estamos en medio de un periodo de cambios. No podemos negar, por ejemplo, la necesidad de modificaciones profundas en materia de educación. Pero es importante que sean debatidas en profundidad, con la suficiente capacidad de escucha para acoger las miradas de todos los actores involucrados en este proceso. Lo anterior, porque queremos un país que sea capaz de lograr cambios para el bien común de la sociedad, para que ésta sea más justa y esperanzadora.
Chile, además, es un país que valora la vida. La tenaz defensa de los Derechos Humanos y la vida en todas sus etapas, son caminos que nos hacen transitar hacia una sociedad con mayor civilidad. La promoción de la familia ayuda a responder ante situaciones de abandono y carencia.
No dejemos que se instale entre nosotros esa idea de que la violencia puede ser un medio de presión para alcanzar algún objetivo. No dejemos que la paz social se vea amenazada. Trabajemos por el fortalecimiento de nuestra democracia.
Queremos un país en el que las personas estén en el centro de las preocupaciones, que sea justo, equitativo, en el cual nos miremos todos como iguales. Queremos hacer de Chile, realmente, una mesa para todos.
Los atentados y hechos violentos ocurridos en Santiago, Viña del Mar y otras ciudades a comienzos de semana y luego en la conmemoración del 11 de septiembre, han sembrado un grado de inquietud en la comunidad nacional respecto de la seguridad pública y el control de los grupos que buscan causar daño y sembrar miedo. Las informaciones que vemos en los medios de comunicación y los comentarios en las redes sociales, dan cuenta de ello. Sin ir más lejos, la reacción que se tuvo ante el aviso de una falsa bomba en el centro de Valdivia, el miércoles recién pasado, evidencia claramente la misma preocupación.
Ese temor generalizado es, precisamente, el objetivo de quienes desarrollan este tipo de acciones. Ese es el terrorismo, que por supuesto requiere de una mano firme para que no prolifere, pero también de un esfuerzo comunitario por la unidad y por evitar todo tipo de sicosis o de sobre reacción, que empeore el escenario. La calma y la cooperación de todos los sectores son el único camino para no caer en el juego de la violencia y no permitir su avance.
En este contexto es muy positivo que desde los distintos sectores políticos exista acuerdo para mejorar la actual Ley Antiterrorista y también por reformular los sistemas de inteligencia, para analizar mejor las señales que da la realidad circundante y tomar las medidas de prevención que corresponda, para hacer que Chile se mantenga como el país seguro y pacífico que hemos construido entre todos.
A nivel regional también se han decidido medidas de seguridad y de coordinación entre policías y gobierno, para dar tranquilidad a la población, especialmente en los días de fiesta que se avecinan.
La idea es tomar todas las determinaciones necesarias, para que la marcha local siga su curso, con tranquilidad y paz, que son grandes capitales intangibles de Los Ríos.
De todas maneras, esto no impide que se actúe con cuidado y que se denuncie oportunamente todo hecho que parezca sospechoso, porque en este caso -como en muchos relacionados con la salvaguarda ciudadana- es mejor extremar las medidas protectoras y no dar pie a la excesiva confianza.