Carabineros de toda la región junto a funcionarios del Servicio Nacional de Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol (Senda) continúan adelante con la campaña 'Control Cero Alcohol', advirtiendo a los conductores que 'habrá rigurosidad, especialmente a partir de las próximas horas, al comenzar las festividades patrias', señaló el subprefecto Eduardo Ramos.

El jefe policial indicó que habrá además un plan de fiscalizaciones focalizado y también la entrega de dípticos, con recomendaciones para peatones y conductores, 'recordándoles los buenos hábitos para no incurrir en consumo de alcohol, si va a conducir y cómo preocuparse de su vehículo, si va a viajar'.

El comandante Ramos destacó que Carabineros y personal del Senda asumieron conjuntamente el compromiso de hacer valer la norma de control, 'para evitar los accidentes fatales y contribuir a bajar los índices de muertes, en festividades'.

Con la presencia del subdirector de Carabineros, general inspector, Carlos Carrasco y el intendente Egon Montecinos fueron inaugurados ayer el retén de Choshuenco y la tenencia de Liquiñe, dependientes de la Quinta Comisaría de Panguipulli.

El nuevo retén de Choshuenco tiene 250 metros cuadrados y en él se desempeñarán ocho funcionarios, al mando del suboficial Mario Fuentealba. La tenencia de Liquiñe tiene 281 metros cuadrados, para 12 funcionarios que estarán bajo el mando del teniente Francisco Sánchez.

El alcalde de Panguipulli, René Aravena, valoró la concreción del proyecto, inserto en el plan cuadrante de seguridad , 'porque con ello se mejoran las condiciones de trabajo de los propios carabineros y también la seguridad de la comunidad de ambas localidades' y recordó que 'aún está pendiente el mejoramiento de la Quinta Comisaría'.

El general Carlos Carrasco dijo que estos recintos 'están insertos en un plan de modernización, buscando mejorar las condiciones de trabajo de los funcionarios y de seguridad para la población'.

Una mujer de 60 años que padece de artrosis en sus piernas y caderas y que se apoya en un bastón para caminar, permaneció ayer esposada durante tres horas en uno de los calabozos del Juzgado de Garantía, mientras era llamada a comparecer a una audiencia de control de detención, por el delito de hurto de energía eléctrica.

Marta Ovalle Ovalle, vecina de Huellelhue, quien nunca antes tuvo un problema con la justicia, dijo que desconocía el protocolo de seguridad que rige en tribunales y que una vez que los gendarmes la esposaron, 'pensé que nunca saldría de ahí'.

'No me explicaron nada -agregó- y me metieron a un calabozo, con llaves, donde permanecí casi tres horas. Después salí, entré a una sala donde estaba el juez y ahí, me sacaron las esposas. Me dolían mis muñecas y mis manos', dijo.

Testigos de lo ocurrido fueron su hijo Jimmy y el presidente de la junta vecinal rural No.11 de Huellelhue, Carlos Jelves, quienes la acompañaron en el tribunal.

'Fue indignante verla así. Ella es enferma, tiene 60 años y usa un bastón. No creo que haya podido fugarse', dijo su hijo, opinión compartida por el dirigente vecinal, quien advirtió que 'el 'hurto de energía eléctrica es un problema de consideración social en Huellelhue y también en Pishuinco, hay personas sorprendidas en este delito; pero sin duda no amerita este trato'.

Al final, en la audiencia, Marta Ovalle fue multada en 60 mil pesos por su delito, los cuales acordó pagar en seis cuotas de 10 mil pesos, a partir de octubre próximo.

Sin embargo, no puede olvidar que estuvo esposada y contrastó esa situación con los carabineros de la tenencia Los Jazmines, 'que fueron mucho más criteriosos y respetuosos conmigo, cuando me notificaron y luego me llevaron al tribunal'.