Cuando llega septiembre, por alguna razón, el aire no sólo se inunda de los aromas primaverales sino que también, de aquellos aromas que nos invitan a degustar ciertos manjares. Sin darnos cuenta, comenzamos a girar en torno a lo que prepararemos en uno de los feriados más esperados por los chilenos. Cada familia divide los días entre asados, parrilladas y empanadas, acompañados siempre por chicha y vino tinto. Finalmente, para muchos, esas son nuestras tradiciones.
La celebración del 18 de septiembre nos invita a mirar la conformación de nuestras tradiciones aquello que, es el producto de una evolución histórica que se inició con los primeros pobladores de nuestro territorio y se fue complementando con la llegada de los españoles y posteriores migraciones que, a diferencia de la iniciada por Pedro de Valdivia en 1541, fue más bien localizada a determinadas áreas del país. De esa forma se fue constituyendo lo que hoy día denominamos Chile.
Lo anterior hace complejo a mí parecer, hablar de una chilenidad puesto que, diversos pueblos indígenas, en un heterogéneo escenario geográfico generaron a partir de 1541, un proceso de mestizaje que fue marcando claras diferencias regionales. Las migraciones del siglo XIX acentuaron esa diferenciación. Entonces ¿podemos hablar de una chilenidad? O sería mejor decir, 'Fiesta de las chilenidades'. En ese contexto, recuerdo las siguientes palabras de Kottak: 'La cultura también puede tener un tamaño menor al nacional. Aunque las personas de una misma sociedad o nación comparten una tradición cultural, todas las culturas contienen también la diversidad. Los individuos, las familias, los pueblos, las regiones, las clases y otros subgrupos dentro de una cultura tienen diferentes experiencias de aprendizaje al mismo tiempo que comparten otras'.
La chilenidad debería estar marcada por la mirada hacia las distintas formas de celebrar una fiesta en común. Chile no se conformó en un solo momento al contrario, es producto de un proceso que abarca todo el siglo XIX. Para el 12 de febrero de 1818, momento en que se declaró formalmente la Independencia, Valdivia, Chiloé, Isla de Pascua y el norte no eran parte de República. Otras zonas como Magallanes, ¿cuánto de la República tenían? Así, en un recorrido por nuestro largo y angosto país, nos percataríamos que, la chilenidad es un conjunto de chilenidades es decir, tradiciones y prácticas que, en la mayoría de los casos desconocemos pero que, han sido el producto de los distintos grupos que, desde distintas latitudes fueron poblando un mismo territorio y construyendo un país.