Bolivia: Presidente Evo Morales logra su tercer mandato
elecciones. Los conteos preliminares confirmaron la amplia ventaja del Mandatario.
Todas las encuestas lo mostraban como un rotundo ganador y ayer, Evo Morales confirmó que irá por su tercer período como Presidente de Bolivia. El primer Mandatario indígena de ese país enfrentó a una oposición fragmentada y disminuida que no logró convertirse en alternativa electoral para disputarle una nueva gestión 2015-2020.
Según los conteos preliminares informados ayer por los medios bolivianos, Morales se impuso con un apoyo de entre un 59,5 y un 61 % de los votos.
Según los sondeos el empresario cementero Samuel Doria Medina, quien era el contendor que seguía más de cerca al Mandatario, habría logrado entre el 24 y el 25,3 % de los sufragios, dejando atrás así el expresidente Jorge 'Tuto' Quiroga, el exalcalde de La Paz y exaliado del presidente, Juan del Granado, y el líder indígena amazónico Fernando Vargas.
A las 8 horas de ayer el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Bolivia inició el trabajo en las mesas de votos. Según informó la versión digital de La Razón, un total de seis millones de bolivianos estaban habilitados para votar dentro y fuera del país y en total 1.283 personas fueron detenidas durante la jornada, por infringir la ley.
Terminada la jornada, los observadores de la Unión de Naciones Suramericanas informaron que todo se había desarrollado con normalidad y emitieron un comunicado en el que señalaron: 'La Misión felicita a la ciudadanía por su participación'.
El presidente, un férreo defensor de la hoja de coca y furioso crítico de Estados Unidos, votó a primera hora en el Chapare (Cochabamba, centro), una zona cocalera de donde es oriundo, y pidió 'una participación masiva que demuestre la unidad del país'.
Morales basó su campaña electoral en los logros económicos de su gestión y medidas como la nacionalización de los hidrocarburos en 2006, que le dieron cuantiosos recursos al Estado y le permitieron mejorar la distribución del ingreso en beneficio de sectores populares.
Con 10 millones de habitantes, un 62% de la población de Bolivia son indígenas y campesinos.
La oposición atacó los flancos más débiles del gobierno como la inseguridad, el creciente tráfico de drogas, una pobreza extrema que se mantiene en el orden del 20%, la desocupación y falta de oportunidades para los jóvenes y la alianza política con Venezuela, Cuba e Irán.