Preocupación existe en la comuna de Lago Ranco por la onda sísmica que se ha hecho sentir en los últimos días y que ayer tuvo tres nuevos episodios. Los temblores se dejaron sentir levemente en la ciudad de Valdivia. En la zona se señala que la raíz del problema estaría en la actividad de los volcanes Carrán, Mirador y Riñinahue.
Tres nuevos accidentes de tránsito ocurridos en menos de 24 horas, hacen necesario un llamado a la prudencia de los conductores de la región de Los Ríos, especialmente al inicio de un fin de semana largo, en el cual muchas personas optan por viajar.
Los hechos ocurridos en Mariquina y Valdivia no están directamente vinculados con la fecha o el consumo de alcohol, pero sí invitan a una revisión del respeto a las normas del tránsito, de la mantención técnica adecuada de los vehículos y de la conducción con precauciones, en lugares donde se produce atochamiento o donde las condiciones de las rutas no son óptimas.
Ser previsor y extremar la seguridad puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte.
Las estadísticas locales indican que en la región han fallecido 48 personas durante el presente año en accidentes vehiculares. Obviamente, todas esas pérdidas humanas podrían haberse evitado, con adecuadas medidas de protección.
En atención a lo anterior es que Carabineros anunció que multiplicará sus controles camineros en estos días, especialmente para medir velocidad y detectar la posible presencia de conductores bajo la influencia del alcohol.
Respecto de este último tema, desde Senda (Servicio Nacional para la Prevención y Rehabilitación del Consumo de Drogas y Alcohol) se ha activado también una campaña para reiterar el mensaje de no manejar después de beber. La idea es reforzar el trabajo desplegado hasta ahora al respecto y ayudar a la comunidad a observar este problema, que aparece como una constante en la mayoría de los accidentes fatales en nuestra región y el país.
Se busca advertir sobre el peligro, especialmente entre los más jóvenes. Esto, considerando que Los Ríos tiene las cifras de ingesta alcohólica más altas del país.
Es de esperar que los controles surtan efecto y que las estadísticas negativas no crezcan. Para lograrlo, es necesario hablar al respecto hoy, pues los días feriados son un escenario propicio para las celebraciones, que vienen acompañadas de excesos y a menudo derivan en problemas con graves consecuencias.
En la primera reunión del Comité Central de reformulación curricular tema obligado fue el análisis del cambio curricular anunciado por la Pontificia Universidad Católica de Chile, que ha empujado someter a estudio la reducción del número de años de la carrera como parte del proceso de cambio curricular.
Una idea para materializar este cambio es considerar el internado de séptimo año como una práctica obligatoria, controlada y pagada, en establecimientos públicos de atención primaria. Este modelo incorporaría cada año un número importante de médicos generales a la atención primaria y así contribuir a resolver la carencia de profesionales siempre escasos. El modelo obliga a una serie de cambios jurídico administrativos y acuerdos políticos con el Minsal, para que los estudiantes adquieran la condición jurídica que les autorice la práctica asistencial y los habilite a ejercer la medicina investidos de la autoridad para diagnosticar y tratar, incluyendo la validación de su firma en la solicitud exámenes, emitir recetas y otorgar certificaciones legales, con el aval de un médico coordinador. Sólo una vez finalizada esta práctica pagada, el estudiante ya egresado podría jurar y recibir su título de Médico Cirujano.
En la reunión de reformulación curricular las autoridades de las tres sedes de la USS estuvimos de acuerdo en que los cambios en el país, tanto en vialidad, sistemas de transporte y comunicaciones y en el modelo de atención de salud pública, permitirían reducir contenidos de enseñanzas y prácticas asistenciales que hoy no son parte de la labor del médico general. Por ejemplo la atención profesional del parto y las cirugías de baja complejidad, que otrora eran responsabilidad del médico generalista, hoy no lo son, limitando su competencia al diagnóstico y derivación oportuna, pero aún forman parte de los planes de estudio.
La Escuela de Medicina de la USS estima que el paso dado por la PUC nos obliga a replantear el nuevo currículo bajo el paradigma de reducir la duración de la carrera, no sólo desde la perspectiva del cambio, que tiene que ver principalmente con la educación continua y el paso inmediato de sus estudiantes a la especialidad primaria, sino también desde la mirada política de contribuir al reforzamiento de la atención primaria, que hoy se encuentra debilitada precisamente por la carencia de médicos en el sistema.