Erwin Vidal destaca los avances de la Corporación Cultural en sus 20 años
balance. La habilitación de la Casa Prochelle Uno y ser un referente de gestión a nivel nacional son algunos de los hitos valorados por el gerente de la organización municipal.
En 1994 la actividad cultural en la ciudad del Calle Calle estaba muy dispersa. La municipalidad local se hacía cargo de la agenda, pero sin una linea estratégica clara. Así lo cree Erwin Vidal, quien un año más tarde y bajo la administración del alcalde Jorge Sabat inició su labor como gerente de la Corporación Cultural Municipal de Valdivia (CCM). Hasta la fecha se mantiene en el cargo. Es el responsable de la institución que acaba de celebrar sus dos décadas de vida y entre cuyos principales hitos se cuentan haber gestionado un millonario proyecto de rescate y habilitación de un inmueble patrimonial.
'En nuestros cinco primeros años trabajamos por posicionar la corporación y por establecer un calendario de actividades permanente que la gente pudiera asociar a nosotros(...) una de las principales dificultades que advertimos fue que el lugar donde estábamos iba a ser una limitación de crecimiento', explica Vidal. La CCM inició sus actividades en la Sala Ainilebu, que tras el terremoto de febrero del 2010 fue demolida. Para aquel entonces, Vidal y su equipo ya estaban trabajando en el proyecto de adquisición y habilitación de la Casa Prochelle Uno. 'Se lo propusimos al alcalde Berger. Al principio sonaba muy ambicioso por el costo y además, bastante complejo. Insistimos bastante en que la municipalidad tuviera la infraestructura adecuada y lo conseguimos. Lo que viene ahora es iniciar un nuevo ciclo de trabajo con mejores condiciones de infraestructura'.
Desde el 2001 la CCM trabaja en base a tres lineas: formación de audiencias, con actividades gratuitas; ser un espacio para los creadores; y establecer un nexo con la institucionalidad pública y privada. Vidal, dice: 'Comenzamos a crecer y el 2005 agregamos otro objetivo estratégico que es la puesta en valor del patrimonio, lo que se materializó en el proyecto de la casa y en una nueva línea de los fondos concursables Conarte'.
- ¿Cuáles fueron los referentes al momento de plantear el funcionamiento de la CCM?
Siempre mirábamos lo que estaba pasando en varias ciudades, principalmente Santiago. También experiencias en Argentina y Colombia, como propuestas de tener una política de ciudad. Nuestro modelo tenía que ser cercano y optamos por algo con identidad propia, que se ajusta a lo que es Valdivia culturalmente hablando.
- Y se transformó en un modelo nacional...
Me han invitado a exponer en distintas ciudades como Temuco, Concepción, Santa Juana y Puerto Montt. Estamos bien evaluados por instituciones como el Consejo de la Cultura y se nos ha dicho que el nuestro es un modelo bien funcional, bien armado.
- ¿Qué implican las dos décadas de existencia?
Seguir mejorando y ampliando nuestra oferta de actividades. Con los nuevos talleres desarrollados este semestre pudimos fortalecer nuestra meta de tener nuevos públicos, principalmente jóvenes y adultos. Nos interesa seguir apuntando a la calidad de nuestros grandes eventos como el Valdivia y su Río, el Simposio de Esculturas o la Lluvia de Teatro. Hay que mejorarlos en varios sentidos. Tenemos que cumplir con el público valdiviano que es tremendamente educado y culto.
- ¿Ha considerado dejar el cargo?
Siento que aún tengo un rol que cumplir. Tengo un compromiso personal y moral con la corporación y me gustaría retirarme tranquilo con una vez que, por ejemplo, se cumplan nuevas metas. Una de ellas es la segunda etapa de la Casa Prochelle Uno con las obras para nuestra escuela de danza. Una vez que el centro cultural esté funcionando en plenitud, podría evaluar la pertinencia de tener un cambio en la administración.