Deberes conlas mascotas
Interesantes y enriquecedoras situaciones comienzan a ser de dominio público a medida que crece el interés ciudadano por avanzar en la tenencia responsable de mascotas, una sumatoria de conceptos que nos lleva a todos más allá del entusiasmo por mantener un ejemplar de otra especie en el marco familiar, pero muchas veces sin comprender cabalmente todo lo que demanda esta experiencia.
Se puede decir que el cariño que se demuestra por los animales es solo el primer peldaño de una escalera que al final termina por involucrar al conjunto de la sociedad, ya que no alcanza a estar completo tan solo con el ámbito doméstico. Por ejemplo, está el tema de los deberes, que de acuerdo a la opinión de especialistas llega mucho más lejos que la básica preocupación por alimentar y dar algunas comodidades al regalón.
Esto debe comprenderse como una serie de obligaciones, apenas un poco menores que las que se debe tener con los integrantes del grupo familiar, porque hoy lo menos que se exige es que la mascota cuente con un programa de salud adecuado, lo que además de visitas permanentes al médico veterinario debe incorporar un plan alimenticio acorde al tamaño y peso del animal y una serie de actividades destinadas a mejorar la calidad de vida del adoptado. De no contar con la forma de responder a todas estas exigencias, es mejor no mantener una mascota. Así de drástico asoma el panorama.
Todo esto es lo que permite llegar con buenas posibilidades a tener una sociedad capaz de ofrecer mejores perspectivas a especies, especialmente perros, cuya cantidad en las calles no logra ser disminuida, lo que se traduce en la reiteración de episodios que ya debieran estar en el olvido, como atropellos, amenazas de mordeduras, transmisión de plagas y otros problemas demasiado conocidos como para tener que enumerarlos nuevamente.
Lo concreto es que no se ha logrado avanzar lo suficiente como para ofrecer una buena vida a seres que perfectamente pueden ser excelentes mascotas si se les ayuda a conseguirlo.