Destrucción de la Casa Furniel
La destrucción de la Casa Furniel de Río Bueno ha causado hondo pesar tanto en esa comuna, que tenía en ella un ícono de su patrimonio arquitectónico y un espacio aún en uso de la vida ciudadana diaria; como también en toda la región de Los Ríos, por la pérdida irreparable de un testigo de su historia.
El fuego se llevó la estructura completa y abrió el camino hacia una pregunta inevitable: ¿de qué manera estamos protegiendo los recintos antiguos, que constituyen tesoros valiosos para mantener nuestra memoria colectiva?
Lamentablemente, las respuestas no son tan fáciles, porque hay muchas tareas pendientes en esta área, con proyectos prometidos, fondos aprobados, discursos pronunciados, pero muy poca acción concreta. Basta enumerar tres de los casos más emblemáticos para avalar lo anterior: Teatro Cervantes de Valdivia, Teatro Galia de Lanco, Fuerte San Luis de Alba de Mariquina. La excepción la constituye el Fuerte de Niebla, pronto a abrir sus puertas como un remodelado y moderno museo de sitio gracias a un convenio con el Bid.
Junto a ellos hay una larga lista de casas y edificios particulares o institucionales que superan los cien años. Según el informe del Programa de Puesta en Valor del Patrimonio de la región de Los Ríos existen 975 inmuebles de valor patrimonial arquitectónico en la región relacionados con la vivienda, la acción productiva, la infraestructura pública y religiosa. Mucho de ellos no cuentan con herramientas sencillas de financiamiento para su adecuada mantención. Al contrario, su valiosa condición las convierte en un espacio caro y difícil de mantener para sus dueños.
Evidentemente, Los Ríos requiere una política regional de protección del patrimonio -quizás distinta a la de Cultura e Innovación actualmente en preparación- que sea clara y de rápida acción, que permita articular instrumentos públicos y privados para el cuidado, la difusión y también la construcción de espacios.
La necesidad de contar con un Museo Regional donde albergar los múltiples hallazgos arqueológicos realizados en la zona y que hoy se encuentran repartidos o guardados en bodegas a la espera de un lugar apropiado, así lo amerita también.