Fieles católicos valdivianos celebraron la festividad de la Inmaculada Concepción
EN VALDIVIA. Trece comunidades parroquiales marcharon en procesión junto a la imagen de la Virgen desde el Coliseo hasta la Plaza de la República, donde se ofició una misa al aire libre.
Gran cantidad de fieles católicos procedentes de diversas comunidades parroquiales de Valdivia participaron en la procesión en honor a la Inmaculada Concepción de la Virgen María, cuya fiesta -que recuerda el nacimiento de Cristo "por obra y gracia del Espíritu Santo", según sostiene la Iglesia- se celebró ayer cerrando el mes dedicado a ella. De acuerdo con la información proporcionada por el teniente de Carabineros Jorge López, a cargo del contigente policial dispuesto para la ocasión -compuesto de una treintena de efectivos-, unas mil quinientas personas iniciaron la marcha a un costado del Coliseo Municipal y caminaron por avenida Ramón Picarte hasta llegar a la plaza de la República, acompañando a la imagen de la Madre de Dios. Aquí se efectuó una eucaristía al aire libre, presidida por el obispo Ignacio Ducasse.
EL BIEN SOBRE EL MAL
En su homilía, monseñor Ducasse señaló que la procesión fue "un testimonio público de nuestra fe en Jesucristo, el Hijo de Dios, el Hijo de María". Respecto del fundamento de la festividad, expresó que "el misterio de lo que fue su limpio aparecer en este mundo, fue un secreto de Dios, una obra de su bondad".
El obispo se pronunció acerca del panorama que hoy viven los cristianos: "Nuestro tiempo presente se debate entre el optimismo y el pesimismo. (...) La Virgen inmaculada nos llama a todos a una responsable colaboración con Dios, a opciones lúcidas de libertad y de bien. Nos acompaña en la lucha contra el mal y nos llena de esperanza y de confianza ante la victoria de Cristo".
Con énfasis, dijo a los fieles que la Virgen "llama a ser hombres y mujeres de esperanza activa y operante; en ella está inscrita desde el principio la victoria del bien sobre el mal".
ENCUENTRO
La cita se había fijado para las 16.30 horas de ayer, en la Plaza Simón Bolívar. Paulatinamente comenzaron a llegar las comunidades parroquiales, así como también movimientos cristianos y comunidades educativas, a las cuales se invitó a que se integraran a aquéllas para formar "una sola gran familia eclesial", según se pidió en un instructivo distribuido a los párrocos del decanato San Antonio Abad.
Poco después de las 17 horas, emprendieron la marcha las parroquias Sagrado Corazón de Jesús (cuyo color de identificación fue el púrpura), Santos Juan y Pedro (azul), Nuestra Señora de la Merced (amarillo), Nuestra Señora del Rosario (blanco), San Francisco (blanco), Santa Inés (café) y Preciosa Sangre (rojo).
A este grupo les sucedieron las comunidades de San Pío X (verde claro), San Pablo (verde oscuro), Nuestra Señora del Carmen (naranjo), Buen Pastor (celeste), Centro Comunitario san Juan Bosco (oro) y Cristo Rey (oro).